Madrid, 30 sep (EFE).- El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha reprochado este martes en el Senado al PP su actitud «irresponsable» al difundir «bulos y alarma» en torno a la seguridad de las víctimas de violencia machista y «jugar» con su miedo, como hizo este partido «por apañar unos votos» con las víctimas del terrorismo.
Marlaska ha respondido de esta forma en el pleno del Senado, donde el PP ha vuelto a cargar contra la gestión de la crisis de las pulseras antimaltrato desatada hace semanas cuando la Fiscalía General reconoció en su memoria anual que habían existido «incidencias técnicas» derivadas del cambio de contrato de las pulseras de seguimiento telemático de los maltratadores.
Una «negligencia imperdonable», en palabras de la senadora popular Rosa María Romero, quien ha criticado duramente al Ejecutivo por obviar los avisos de jueces, fiscales, abogados, víctimas y fuerzas de seguridad de los problemas de estos dispositivos.
«Cada fallo no es un error técnico: es una mujer que teme por su vida, es una mujer al que el Estado la deja», ha añadido la senadora antes de pedirle explicaciones a Marlaska de por qué no ha activado un plan urgente de revisión de estos dispositivos que están rechazando las mujeres, porque «las pulseras son una chapuza que benefician a sus agresores».
Tras defender la explicación del Ejecutivo en torno a estos fallos que «fueron de transmisión de datos a los juzgados y no generaron ninguna inseguridad a estas mujeres», el ministro ha tildado de peligroso e irresponsable el discurso «absolutamente falso» del PP.
«Ustedes ya han jugado con las víctimas del terrorismo y no les importa; ahora juegan también con las víctimas de la violencia machista. No nos llama evidentemente la atención», ha añadido el ministro, que ha lamentado el «feminismo de ocasión» del PP.
En opinión del ministro, el feminismo del PP es el mismo que no tiene ningún problema en abandonar cuando «a la primera de cambio tiene que negociar con la extrema derecha». Es entonces cuando para este partido, ha apostillado, «ya no existe la violencia machista y ya nos vamos a la violencia doméstica y al ámbito privado».