Madrid, 3 sep (EFE).- El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha instado este miércoles al Congreso a aprobar cuanto antes, y mejor si es antes de que acabe este año, la rebaja del límite máximo de tasa de alcoholemia permitido, que pasaría de 0,5 gramos por litro en sangre a 0,2 (0,1 miligramos por litro de aire aspirado).
«No hay una sola excusa que justifique retrasar un solo día más esta reforma, es inaplazable», ha apremiado el ministro en la sede de la Dirección General de Tráfico, donde junto a su director, Pere Navarro, ha presentado el balance de fallecidos en las carreteras durante este verano.
Aunque ha mostrado su respeto por los tiempos parlamentarios, el ministro ha lanzado un llamamiento al Congreso y al Senado para que la nueva tasa de alcohol del 0,2 sea una realidad cuanto antes: «Es un tema de salud pública, de seguridad, tenemos esta responsabilidad».
Marlaska ha recordado el alarmante dato que ofreció el Instituto Nacional de Toxicología respecto a que el 48 % de las autopsias practicadas a conductores muertos el pasado año en accidentes de tráfico revelaron la ingesta previa de alcohol y/o el consumo de drogas y psicofármacos.
Nuevos radares sobre ruedas en 2026 para tramos en obras
Respecto a la velocidad, uno de los factores junto con las distracciones más recurrentes en los siniestros, el ministro ha señalado que está previsto la instalación de 120 nuevos radares, de los que 72 ya han estado operativos este verano.
Y de cara al próximo año, ha avanzado que España quiere copiar la experiencia de Francia con unos nuevos radares «sobre ruedas» para controlar la velocidad en determinados tramos de carreteras.
Este tipo de radares, llamados así porque están colocados sobre una plataforma con ruedas para trasladarlos con facilidad, pueden ser útiles, ha apuntado el ministro, en algunos tramos de dos o tres kilómetros de obras, con una señalización de velocidad temporal diferente a la habitual de la vía.