Madrid, 8 abr (EFE).- El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha asegurado este martes en la inauguración de una exposición que recuerda el 40 aniversario del atentado en el restaurante El Descanso en el que murieron 18 personas que este crimen yihadista fue el “sombrío presagio” de la amenaza radical islamista que se cernía sobre España y Europa.

El ministro ha presidido la inauguración de la muestra “El Descanso. 40 años del primer atentado masivo en España”, ocurrido el 12 de abril de 1985 en un restaurante situado a las afueras de Madrid, en las proximidades de la Base Aérea de Torrejón de Ardoz, que, por aquellas fechas, albergaba una importante colonia de soldados norteamericanos.
Con fotografías del archivo documental de EFE, otras cedidas por familiares de las víctimas, un podcast con testimonios de éstas y dos audiovisuales extraídos del archivo de RTVE, la exposición podrá visitarse en la Delegación del Gobierno en Madrid de 10.00 a 14.00 horas de lunes a viernes y previa inscripción en la web de la Fundación de Víctimas del Terrorismo (www.fundacionvt.org).
Marlaska, acompañado de víctimas y otras autoridades, ha destacado que la exposición tiene el “valor añadido” de mostrar a la sociedad que el terrorismo yihadista no irrumpió como puede creerse “en los estertores de ETA”.
“No fue así, no sabemos qué objetivo buscaban quienes atentaron en El Descanso ni tampoco tiene sentido especular ahora, pero lo que nos muestra esta exposición es que este crimen fue el sombrío presagio de la amenaza que se cernía sobre España y Europa”, ha enfatizado el titular del Interior antes de apuntar que desde este atentado la violencia de inspiración yihadista “siempre ha estado ahí, amenazando nuestro sistema democrático”.
Durante su intervención, el ministro ha dejado claro que exposiciones de recuerdo como esta “redignifican” la memoria de las víctimas, fortalecen el modelo de convivencia pacífica y lanzan también el mensaje a todo tipo de terrorismo de que sus crímenes son “inútiles” porque con ellos, ha enfatizado, “no alcanzan ni alcanzarán los objetivo de doblegar a la ciudadanía y la democracia”.
La exposición está estructurada en varios paneles, dos de ellos dedicados a las 18 víctimas mortales: Terrorismo y terroristas; Terrorismo masivo en España; España y el mundo en 1985; El lugar de la explosión; 12 de abril: la bomba; Repercusión en los medios; Las víctimas mortales; La autoría y la investigación; Apoyo a las víctimas; Un nuevo terrorismo y Fundación Víctimas del Terrorismo.
El presidente de la Fundación, Juan Francisco Benito, ha enumerado los nombres de los 18 asesinados y ha subrayado que 300 personas han muerto a menos del terrorismo yihadista en atentados ocurridos en España o con víctimas españolas en el extranjero.
También ha tomado la palabra Jaime Rodríguez Pato, hermano de uno de los asesinados en ese atentado, quien ha defendido que ha llegado el momento de “no mirar hacia otro lado” ante el islamismo radical que quiere someter a las sociedades democráticas.
Otra de las víctimas, Víctor, que tenía 3 años y que perdió a su madre en la explosión de las bombas, ha aprovechado para denunciar ante los medios el abandono institucional que ,a su juicio, han sufrido durante décadas. Un atentado, ha lamentado, que fue rescatado del olvido tras el del 11 de marzo de 2004.