Más de 200 bomberos combaten un segundo incendio en Portugal cerca de Extremadura

El pueblo de Aldeia do Bispo, concejo de Penamacor calcinada por el incendio de la localidad portuguesa próxima a Cáceres que se declaró ayer. EFE/Carlos García

Penamacor (Portugal), 29 jul (EFE).- Un total de 202 bomberos, con 63 vehículos terrestres y dos medios aéreos combaten un incendio declarado este martes en la localidad portuguesa de Nisa, el segundo que se desencadena cerca de la frontera con Extremadura desde ayer, según datos de la Autoridad Nacional de Emergencia y Protección Civil (ANEPC) lusa.

Un camión de bomberos en un área calcinada por el incendio desatado ayer en la localidad portuguesa de Penamacor, próxima a Cáceres, en el que trabajan 394 efectivos y 139 vehículos para lograr su extinción. EFE/ Carlos García

Nisa se encuentra a unos 100 kilómetros de Penamacor, donde 505 efectivos, 149 vehículos y cinco medios aéreos todavía luchan contra las llamas de otro fuego iniciado el lunes por la tarde y que ya está controlado.

El alcalde de Penamacor, António Soares, entre vehículos de emergencias que han acudido a la localidad portuguesa próxima a Cáceres por el incendio que se declaró ayer. EFE/ Carlos García

Según pudo constatar EFE, en la zona de Penamacor el viento sopla muy fuerte, lo que ha ayudado a reactivar el fuego en algunos puntos.

Junto al de Penamacor, el otro incendio que está controlado es el de Ponte da Barca, cerca de la frontera con Galicia (España), mientras que el fuego que preocupa a las autoridades lusas es el de Arouca, en el distrito de Aveiro y a 63 kilómetros al sur de Oporto.

La Protección Civil de Portugal alertó ayer, lunes, del riesgo «muy elevado a máximo» de incendio forestal en las regiones Norte y Centro, así como en el Algarve, en el sur.

El Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera prevé tiempo caliente y seco para los próximos días, con un incremento de las temperaturas, que pueden pasar de los 40 °C y una humedad relativa del aire inferior al 30 % en la mayor parte del territorio.

Esta predicción hace que haya un aumento del riesgo de incendio, con «condiciones favorables» al fuego y a una rápida propagación, y una mayor dificultad para la extinción, especialmente en las regiones Norte, Centro y Algarve.