Más de 3.000 extranjeros detenidos en Camboya en un megaoperativo contra centros de estafa

Fotografía de archivo, tomada el 16/07/2025, que muestra a personas detenidas en Camboya por supuestamente pertenecer a grupos criminales que se dedican a las estafas en línea. EFE/EPA/TRA / AKP / POOL

Bangkok, 23 jul (EFE).- La Policía de Camboya detuvo en las últimas cuatro semanas a 3.075 extranjeros acusados de pertenecer a centros de estafa, un megaoperativo que empezó un día después de que Amnistía Internacional (AI) acusara a las autoridades del país de ser cómplices de estos delitos que están en auge en el Sudeste Asiático.

La agencia estatal Kampuchea explicó este miércoles, citando a fuentes policiales, que entre el 27 de junio y el 22 de julio se llevaron a cabo redadas en 138 localizaciones de todo el país, con las que rescataron a 153 vietnamitas que eran víctimas en estos sitios, donde eran obligados a cometer estafas en línea.

Sobre los detenidos, 1.028 son chinos, 693 vietnamitas, 366 indonesios, 105 indios, 101 bangladesíes, 82 tailandeses, 81 paquistaníes, 57 coreanos, 13 nepalíes, cuatro malasios y un número no precisado de personas de Filipinas, Laos, Camerún, Nigeria, Uganda, Sierra Leona, Mongolia, Rusia y Birmania (Myanmar).

Las autoridades añadieron que ciudadanos de «otros países» también fueron arrestados, sin especificar sus procedencias. Asimismo, adelantaron que están trabajando para repatriar a buena parte de los detenidos, si bien algunos identificados como líderes de estas operaciones permanecerán recluidos en Camboya.

Durante las redadas, las fuerzas de seguridad confiscaron numerosos teléfonos móviles, computadores, presuntos narcóticos, armas de fuego, uniformes similares al de la Policía china y municiones.

«Tras los allanamientos, todos los lugares implicados fueron clausurados para evitar nuevas actividades ilícitas. Esta ofensiva a gran escala a nivel nacional subraya la firme determinación de Camboya para combatir los delitos cibernéticos transfronterizos», concluye el escrito.

El martes pasado, el primer ministro, Hun Manet, ordenó a las autoridades «prevenir y acabar con las estafas en línea», cuyos centros similares a prisiones han proliferado en los últimos años en Camboya.

A finales de junio AI dijo que el Estado camboyano ha fracasado flagrantemente en la adopción de medidas para poner fin a los abusos generalizados contra los derechos humanos» en estos sitios, en los que «hay trata de personas, tortura, trabajo forzoso, trabajo infantil, privación de libertad y esclavitud».

Por todo ello, la organización, que entrevistó a víctimas de estas redes criminales, cree que existe «aquiescencia» por parte del Ejecutivo camboyano, y «apunta a su complicidad en los abusos contra los derechos humanos que se están cometiendo».

Desde febrero se ha desarrollado un megaoperativo en Tailandia, China y Birmania que ha liberado a centenares de extranjeros que trabajaban en centros de estafa, que se cree están gestionados por mafias chinas, en zonas fronterizas de estos países.