Washington, 16 ago (EFE).- La Administración del presidente de EE.UU., Donald Trump, ha pedido refuerzos al estado de Virginia Occidental, que enviará a más de 300 tropas de su Guardia Nacional a Washington D.C., como apoyo a los 800 soldados que patrullan la capital como parte de la campaña del republicano contra el crimen.
«Virginia Occidental se enorgullece de respaldar al presidente Trump en su esfuerzo por devolver el orgullo y la belleza a la capital de nuestra nación», anunció este sábado el gobernador de ese estado, Patrick Morrisey, en un comunicado.
Las autoridades estatales detallaron que «a petición de la Administración Trump» planean enviar al cercano Distrito de Columbia a «entre 300 y 400 efectivos capacitados» de la Guardia Nacional de Virginia Occidental ( WVNG en inglés), una misión que incluirá el suministro de equipo esencial y entrenamiento especializado, todo financiado por las arcas federales.
«La WVNG desplegará tropas en la capital del país como muestra de compromiso con la seguridad pública y la cooperación regional», agrega el comunicado.
Este anuncio llega un día después de que las autoridades de Washington demandaran a la Administración del republicano por lo que consideran una «toma hostil» de la Policía de la capital por el Gobierno federal, que según afirman, ha abusado de su autoridad bajo la Ley de Autonomía que regula la autogestión del Distrito desde 1973.
Tras una audiencia en un tribunal federal, el Gobierno dio marcha atrás el viernes a su decisión de nombrar al director de la Administración de Control de Drogas (DEA), Terry Cole, como «comisionado de emergencia» de la Policía, aunque se mantendrá supervisando las acciones de seguridad en la ciudad en cumplimiento de la orden del mandatario estadounidense.
Trump declaró una «Emergencia de Seguridad Pública» y tomó el control de la Policía de Washington D.C. el lunes, cuando también anunció la activación de unas 800 tropas de la Guardia Nacional de la capital, dentro de sus esfuerzos por «restablecer el orden público», amparado en una cláusula de la Ley de Autonomía.
Desde entonces, la capital estadounidense ha visto un incremento exponencial en la presencia de agentes de agencias federales como el FBI, la DEA y el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), que han realizado decenas de arrestos por posesión de armas y otros delitos, a los que se unen detenciones de indocumentados, según la Casa Blanca.
De acuerdo con el presidente, estas acciones son necesarias debido a la «ola de delitos» que sufre la ciudad, afirmaciones rechazadas por las autoridades locales, que afirman que las cifras actuales de crímenes violentos son las más bajas de las últimas décadas.