Madrid, 13 may (EFE).- Mayo trae consigo cada año el retorno a los lineales de los supermercados y a las pastelerías de un producto que encarna el lado dulce de la celebración de San Isidro, patrón de Madrid: las rosquillas, un artículo, renovado con nuevos sabores e incluso convertido en tarta, del que se consumirán más de seis millones de unidades.
El próximo jueves, 15 de mayo, Madrid celebra el día de su patrón San Isidro, una fecha para la que la capital se llena, tanto en supermercados como en puestos por algunas zonas céntricas, de sus postres y dulces tradicionales, con las rosquillas a la cabeza.
Según las previsiones de la Asociación de Empresarios Artesanos del sector de la Pastelería de Madrid (Asempas), durante estos días se esperan unas ventas superiores a los 6,3 millones de unidades de rosquillas.
Para la asociación, la calidad artesanal “sigue ganando terreno”, con un notable incremento en el consumo de productos tradicionales y naturales en las pastelerías de la Comunidad de Madrid, no obstante, también hay espacio dentro de la tradición para la innovación.
Las “listas”, las favoritas
Las denominadas “rosquillas listas” son las favoritas de los consumidores, pues aglutinan, según los datos de la asociación, casi la mitad del consumo.
Mientras que las “tontas”, Santa Clara y Jubilar suponen el 40 % del total y las francesas el 10 % del consumo, ha precisado la asociación.
A lo largo de los años, este dulce se ha adaptado a las nuevas tendencias de consumo con productos como las rosquillas sin gluten, que coinciden con el día y el mes del celíaco, que se celebra en mayo, ha destacado Asempas.
Rosquillas de violetas y tarta de queso
La empresa madrileña de pastelerías Viena Capellanes es uno de los puntos en los que se pondrán encontrar los dulces típicos de San Isidro, entre ellos, las rosquillas.
En total, la cadena de restauración espera comercializar más de 90.000 rosquillas tradicionales -las tontas, listas, francesas y de Santa Clara-, según ha informado en un comunicado.
“Las rosquillas listas, bañadas en un almíbar ligero y cubiertas con un delicado fondant de limón, siguen siendo las preferidas de los madrileños”, ha detallado Viena Capellanes, que cifra en más de 36.000 rosquillas de este tipo las consumidas el pasado año.
Más allá de las variedades tradicionales, la empresa vuelve a tener este año en sus vitrinas la “Rosquilla de Violeta”, una edición limitada que rinde homenaje a un sabor “emblemático” de Madrid, el caramelo de violeta.
Según la entidad, la base de esta rosquilla es muy similar a las de merengue, aunque este se adereza con una infusión de violeta y se completa con trozos de caramelos, que hace de esta rosquilla “una propuesta moderna y exclusiva para estas fechas”.
No obstante, la innovación va más allá de las rosquillas y sus diferentes sabores.
La cervecera Mahou Cinco Estrellas y el pastelero Álex Cordobés han creado una tarta de queso de rosquillas de San Isidro para homenajear a Madrid, este dulce estará disponible en dos sabores: sabor rosquillas “tontas”, con un toque anisado, y sabor rosquillas “listas”, con sabor a limón.