Patricia Rodríguez
Madrid, 25 jun (EFE).- El Gobierno central y las Comunidades Autónomas han adoptado estrategias de lucha contra los incendios forestales que, si bien difieren en puntos de su planteamiento, coinciden en su énfasis en la prevención y detección temprana.
El dispositivo nacional, que complementa a los autonómicos, cuenta este año con más de 115 millones de euros para trabajos preventivos y de limpieza, un contingente de respuesta rápida de más de 1.400 efectivos a cargo de la Unidad Militar de Emergencias -UME-, unos 70 medios aéreos y el despliegue de Brigadas de Refuerzo.
Por su parte, los ejecutivos autonómicos han dedicado más esfuerzo a la prevención para esta temporada de incendios (de junio a mediados de octubre), como la Comunidad Valenciana, que ha reforzado la vigilancia con mayor atención a la detección temprana y el empleo de nuevas tecnologías.
También se establecerán en esa comunidad medidas restrictivas como el veto de quemas agrícolas a menos de 500 metros de terrenos forestales y la prohibición del uso del fuego en zonas forestales hasta el 15 de octubre, al tiempo que promueven la participación ciudadana.
El País Vasco ha establecido un Plan Especial de Emergencias enfocado en la «prevención, respuesta y gestión» de fuegos, que se adaptará a los nuevos desafíos planteados por el cambio climático, como la modificación de patrones de comportamiento de los incendios.
Por su parte, Cataluña ha elevado el número de bomberos profesionales frente a 2024 -con 2.930 bomberos, 133 más que la campaña previa- y 1.577 bomberos voluntarios, 266 más. Como novedad, dispondrán de 32 medios aéreos tripulados -27 con base en Cataluña y 5, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfica, fuera- así como 25 drones de última generación para la supervisión nocturna de incendios.
El operativo puesto en marcha por Aragón cuenta con 627 personas y a él se han destinado 49 millones de euros, mientras que su gobierno ha apelado a la responsabilidad y precaución ciudadana en base a que las causas de los fuegos casi siempre son humanas.
Asturias destinará más medios personales y materiales (bomberos, agentes medioambientales, vehículos de extinción) y hay en marcha un sistema de vigilancia y custodia del territorio con más agentes, así como un aumento notable de personal operativo que se situará en los 123 tras la incorporación de efectivos en el Servicio de Emergencia.
Este acento en la prevención se da también en el Plan de la Comunidad de Madrid, que incrementa las labores preventivas en un 28,6 % (con la adecuación de 6.454 hectáreas de montes, 1.436 más que en la campaña previa). Los trabajos contemplan limpieza, desbroce, eliminación de restos, entre otros, para minimizar riesgos.
La campaña de Castilla y León ha habilitado 4.720 profesionales, 10 centros de mando, 363 puestos de vigilancia, 391 autobombas y vehículos pick-up, 210 cuadrillas terrestres y helitransportadas y 32 retenes de maquinaria y bulldozer.
Por otro lado, la inversión en Castilla La Mancha ha sido este año mayor que en 2024 con 116 millones de euros, 4 millones más, con prioridad a las labores de prevención y un operativo de casi 2.800 profesionales. De ellos, más de 2.000 son bomberos forestales.
Los medios destinados cubren 29 medios aéreos y 220 terrestres, 17 equipos de maquinaria pesada, 51 brigadas terrestres, 50 autobombas, 37 autobombas-retén, 5 nodrizas, 45 patrullas móviles y dos unidades móviles de comunicaciones y 114 puntos de vigilancia fija.
En Extremadura se han implementado acciones preventivas rigurosas y el despliegue del dispositivo de extinción para proteger su patrimonio natural, con una novedad: la introducción de una excepción para la quema de rastrojos de cultivos herbáceos de secano por motivos fitosanitarios específicos.
El pasado mayo, Extremadura y Castilla-La Mancha firmaron un protocolo de actuación para reforzar la coordinación en la prevención y extinción de incendios forestales en las zonas limítrofes de ambas comunidades.
Mientras, Navarra ha intensificado los recursos con 3 helicópteros y 159 efectivos de personal de bomberos mientras que el objetivo de Cantabria se basa en que el porcentaje de incendios forestales que se quedan en conato -en una superficie inferior a una hectárea- esté por encima de la media de los últimos 10 años, que se sitúa en el 27,6 %.
Galicia ha habilitado más de 7.000 profesionales y ha incluido la figura del jefe de logística, mientras que los recursos con los que contarán las Islas Canarias ascienden a unos 2.000 efectivos, 200 vehículos y 18 medios aéreos -igual que en 2024-, si bien se ha hecho un llamamiento a la responsabilidad ciudadana para actuar con precaución.
En las Baleares figuran 350 efectivos para poner de relieve el esfuerzo preventivo, según su presidenta, Marga Prohens, que ha anunciado una flota aérea de 5 helicópteros y 5 aviones. Como novedad incorpora una cámara de detección avanzada, capaz de transmitir imágenes en tiempo real y 24 vehículos nuevos.
Andalucía luchará contra el fuego con 4.700 efectivos con su Plan de Incendios Forestales (Infoca) que contempla más de 40 aeronaves mientras que la estrategia de la Región de Murcia consta de 19 brigadas forestales terrestres, 5 de intervención rápida y 11 municipales para cubrir sus casi 500.000 hectáreas forestales.
También dispone de 20 puntos fijos estratégicos, 35 parejas de protección Civil municipales en vigilancia móvil, 1 helicóptero de vigilancia y coordinación.
