Madrid, 4 may (EFE).- Kylian Mbappé jugó este domingo su primer partido en el Santiago Bernabéu desde la eliminación del Real Madrid en la Liga de Campeones ante el Arsenal, cuando salió del campo lesionado y pitado por su afición, pero los silbidos se esfumaron por su buena actuación en el clásico de Copa del Rey, a pesar de la derrota, y su doblete ante el Celta de Vigo.
Dos goles que, además de encarrilar una victoria del Real Madrid que le mantiene a cuatro puntos del Barcelona en la lucha por la Liga, con cuatro jornadas por disputarse, colocan al francés a un tanto de Robert Lewandowski en su particular pelea por acabar como el máximo goleador de la competición.
24 dianas ya para Mbappé, 13 de ellas en sus 14 partidos de Liga este 2025. Por delante tiene cuatro partidos para dar caza a Lewandowski y unirse a una selecta lista de jugadores que han alcanzado los 30 tantos en su temporada de debut en la liga española.
Según datos de BeSoccer Pro para EFE, solo Ronaldo Nazario (34 tantos en la temporada 1996-1997 con el Barcelona), Pruden Sánchez (33 dianas en la 1940-1941 con el Atlético de Madrid) y Romario (30 goles en la 1993-1994 con el Barcelona) lo han logrado hasta la fecha.
Y a Mbappé le restan cuatro partidos -Barcelona, Mallorca, Sevilla y Real Sociedad- para aumentar su cuenta de goles. Ha anotado 24 en 30 encuentros de Liga.
Dos de ellos este domingo siendo imponente al espacio. Balón a la espalda de la defensa del Celta de Vigo y el francés se impuso a la carrera, una de sus grandes virtudes, para no fallar ante Vicente Guaita y llevarse dos grandes ovaciones de una afición que hace dos semanas le dedicó pitos.
Fue crítica con Mbappé después de que dejase el partido de vuelta de cuartos de final de la Liga de Campeones contra el Arsenal en el minuto 75 por un esguince de tobillo, tras una actuación en la que no tiró entre los tres palos y su único disparo fue de larga distancia y se marchó muy lejos de la portería.
No pudo participar en el siguiente encuentro ante el Athletic Club por el esguince de tobillo, pero Mbappé fue pitado cuando su imagen apareció en el videomarcador 360º del Bernabéu mientras veía el partido desde uno de los palcos acompañado de su madre.
No fue convocado en el partido previo al clásico de Copa del Rey ante el Getafe y fue suplente contra el Barcelona, al no estar totalmente recuperado. Llegó cabizbajo al Estadio La Cartuja de Sevilla, pero salió al campo tras el descanso, con 1-0 en contra de su equipo en el marcador, y fue trascendental para cambiar la imagen del conjunto blanco, con gol incluido.
Una actuación que le sirvió para ganarse el perdón de la afición madridista, según se pudo presenciar este domingo, al cambiar los pitos por aplausos. Incluso antes de su doblete, cuando su nombre fue anunciado por megafonía, no hubo silbidos.
Con sus dos tantos, dejó atrás su bache y se vuelve a postular como una figura determinante en el clásico del próximo domingo que puede definir el título de Liga.
