Medio millón de croatas asisten al concierto de un cantante considerado pronazi

El cantante croata Marko Perkovic Thompson, a quien muchos consideran simpatizante de los ustasha, los facistas croatas durante la Segunda Guerra Mundial, actúa en el hipódromo de Zagreb ante medio millón de personas. EFE/EPA/ANTONIO BAT

Zagreb, 6 jul (EFE).- Unos 504.000 admiradores de un ídolo de la derecha croata considerado filonazi, el cantante Marko Perkovic “Thompson”, participaron anoche en Zagreb en su concierto, el mayor jamás celebrado en Croacia, que ha causado numerosas polémicas sobre su verdadero carácter e implicaciones.

Imagen de los aficionados que asistieron al concierto en Zageb del cantante Marko Perkovic Thompson, quien ha sido acusado de simpatizar con el régimen fascista croata dela segunda guerra mundial. EFE/EPA/ANTONIO BAT

Más de 11.000 policías y agentes de seguridad y unos 70 bomberos velaron por la seguridad en el espectáculo de varias horas, celebrado en el hipódromo de la capital croata, se instaló un hospital improvisado y la ciudad estuvo paralizada prácticamente todo sábado, pero no se registraron mayores incidentes.

La polémica desatada desde que el recital fuera convocado meses atrás ha continuado también al finalizar el concierto, ya que parte de los ciudadanos lo considera un buen artista, mero patriota que canta sobre la fe y el amor, mientras otros lo ven como un peligro y una «vergüenza».

“En lugar de distanciarnos firme y claramente de toda forma de revisionismo histórico y del movimiento ustasha (las milicias aliadas con la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial), hemos presenciado una vergüenza mundial”, advirtió hoy en un comunicado el principal partido opositor croata, los Socialdemócratas (SDP).

El SDP considera especialmente reprobable el que el primer ministro, el conservador Andrej Plenkovic, se fotografiara durante el ensayo general junto con sus hijos menores con Thompson, quien dio autógrafos a los niños sonrientes y orgullosos.

Por otro lado, el ministro del Interior, Davor Bozinovic, de la HDZ conservadora de Plenkovic, destacó hoy que el concierto fue un “espectáculo pocas veces visto en el mundo”.

“Esto fue una celebración de la unión, el amor a la patria y los valores que nos unen, sin divisiones, con un mensaje claro. Croacia es un país democrático, europeo y organizado donde todos tienen derecho a su propia música, identidad y reunión pacífica”, escribió en la red Tik Tok.

Muchos consideran que algunas de las canciones de Thompson expresan simpatía con el movimiento pronazi croata ustasha, por lo que sus conciertos fueron prohibidos o cancelados en varios países europeos.

Más de 80.000 serbios, judíos, gitanos y croatas antifascistas fueron exterminados en el campo de concentración de Jasenovac, creado por el régimen ustasha croata durante la Segunda Guerra Mundial.

Thompson, llamado así por el tipo de metralleta que como combatiente usó en la guerra entre serbios y croatas entre 1991 y 1995, niega la acusación de glorificar a los ustashas.

Se presenta como patriota y defensor de valores tradicionales y asegura que sus canciones solo se refieren a la lucha de independencia croata de los años noventa.

«Ahora, con este concierto, demostraremos una gran unidad. Quiero pedirle a toda Europa que vuelva a su tradición, a sus raíces cristianas. Croacia podrá ser fuerte solo así», declaró el cantante al comienzo del concierto.

El saludo ustasha “Za dom spremni” (¡Por el hogar, listos!), con que comienza una de sus canciones y que resonó ayer por todo el hipódromo y sus alrededores, lo usa porque se trata de un antiguo saludo patriótico croata, según suele explicar.

Esa teoría, difundida en Croacia, ha sido refutada por los historiadores, y organizaciones antifascistas como la institución judía Centro Simon Wiesenthal.

“Esta ha sido la mayor reunión profascista celebrada en Europa después de la Segunda Guerra Mundial” y el “ataque más masivo contra los valores constitucionales de Croacia” en décadas, evaluó hoy la “Iniciativa de los jóvenes por los derechos humanos” (YIHR) de Croacia.

La organización instaló ante el concierto cerca del hipódromo grandes paneles con mensajes antifascistas.