Cannes (Francia), 24 may (EFE).- “Hoy, hace un año, estábamos ensayando allí en Recife”, recordaba este sábado Kleber Mendonça Filho tras recoger el Premio a mejor Dirección en el Festival de Cannes por su filme ‘O agente secreto’ (‘Agente secreto’), que también consiguió el de mejor actor para Wagner Moura.

“Espero que los premios aumenten la visibilidad de la película en la conciencia brasileña y que sea ampliamente vista en Brasil”, afirmó el realizador en declaraciones a EFE.

Porque ahora, tras los premios de Cannes, lo que más le importa es que la película se vea en su país. “Creo que en Brasil hay un ambiente muy positivo en relación a ‘O agente secreto'”, de alguna forma heredado por el éxito de la oscarizada ‘Ainda estou aqui’ (‘Aún estoy aquí’), de Walter Salles.
“Es como si la película de Walter le pasara la pelota ahora a ‘O agente secreto’. Y espero que este año sea un buen momento para el cine brasileño”, agregó.
Una película ambientada en 1977, en plena dictadura militar brasileña, pero que pese a ello es “global y universal”. “Es muy importante que levantes la mano y digas: ‘Tengo algo que decir’. En mi caso es una película y es una película que habla de Brasil, pero, que creo que es muy universal”.
Un trabajo por el que ha recibido un premio al que el cineasta da mucha importancia, el de mejor dirección, que ganó Glauber Rocha en 1969 por ‘Antonio das Mortes’, y que han recogido otros realizadores que admira como Robert Bresson.
Además del de interpretación masculina para Wagner Moura “que es un gran actor, un gran brasileño y un gran amigo”.
Unos minutos antes, Mendonça Filho llamó en directo a Moura por videollamada durante la rueda de prensa de los premiados y pilló al actor en Londes, donde está rodando.
“Ojalá estuviera allí con todos, estoy aquí, solo, con mi vaso de vino en Londres, pero no puedo estar más feliz de compartir este momento importante de mi vida con Kleber, hace mucho que quería trabajar con él”, señaló el actor.
Premios que el realizador espera que sirvan para motivar a la gente a contar historias en un país como el suyo, enorme y dividido, algo que ocurre en muchos otros lugares.