Ciudad de Panamá, 22 ago (EFE).- Los programas de café sostenible y captura de carbono incentivan la plantación de nuevos árboles, pero no recompensan la preservación de los árboles maduros de sombra en las plantaciones existentes a pesar de su mucho mayor potencial de almacenamiento de carbono, alertó este viernes en una nueva investigación el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI, en inglés).
Según el estudio, desarrollado por el Instituto Nacional de Biología de la Conservación y el Zoológico del Smithsonian (NZCBI) junto al STRI, con sede en Panamá, «se perderá más del doble de carbono por la eliminación de árboles de sombra no cafetaleros que el que se podría ganar con la plantación de árboles, incluso si todas las fincas cafetaleras de plantación del mundo plantaran nuevos árboles de sombra».
El ente científico explicó este viernes en un comunicado que en todo el mundo, las fincas cafetaleras cubren más de 10 millones de hectáreas, que se explotan con sistemas que van desde monocultivos tipo plantación hasta sistemas agroforestales con árboles nativos que proporcionan sombra, hábitat para la fauna silvestre y almacenamiento de carbono.
Los sistemas agroforestales existentes se están convirtiendo rápidamente en plantaciones de monocultivo, lo que libera cantidades significativas de carbono a la atmósfera y destruye el hábitat.
El estudio estimó que las fincas cafeteras almacenan actualmente 482 millones de toneladas métricas de carbono sobre el suelo. Los escenarios modelados revelaron que, incluso si todas las fincas cafeteras al sol añadieran árboles de sombra, solo secuestrarían entre 82 y 87 millones de toneladas métricas adicionales de carbono.
Por el contrario, si todo el café cultivado a la sombra se convirtiera en monocultivos, se podrían liberar entre 174 y 221 millones de toneladas métricas de carbono a la atmósfera.
«Estos escenarios extremos ponen de manifiesto un problema fundamental de los incentivos actuales del mercado del carbono para las fincas cafetaleras: los árboles de sombra maduros almacenan más carbono que los árboles recién plantados, pero solo los nuevos árboles reciben incentivos a través de los mercados de carbono», indica el Smithsonian.
Agrega que «dar prioridad a la plantación de árboles por encima de la conservación de los árboles de sombra existentes podría socavar la eficacia de las inversiones de la industria cafetalera en soluciones climáticas».
Los científicos han calificado como «una brecha crítica en los mercados de carbono actuales» que se compense a los caficultores por plantar nuevos árboles, pero no por proteger los árboles existentes.
«Hay mucho dinero detrás de la plantación de árboles en fincas cafeteras degradadas, pero básicamente no hay incentivos financieros, aparte de la certificación Smithsonian Bird Friendly (amigable con las aves), para proteger los árboles de sombra existentes», afirma Ruth Bennett, ecóloga del NZCBI y autora principal del estudio.
Bennett es también la directora del programa Smithsonian Bird Friendly, que ofrece una certificación de referencia para las fincas de café y cacao que conservan un hábitat de alta calidad para la fauna silvestre.
El Smithsonian señala que los caficultores se enfrentan a presiones económicas y a una reducción de los rendimientos debido al cambio climático, y que algunos están respondiendo con la eliminación de los árboles de sombra de sus propiedades con la esperanza de producir más café.
Ello, a pesar de que los científicos creen que los árboles de sombra pueden ayudar a los productores a adaptarse al cambio climático al contribuir a la regulación de la temperatura y la humedad.
Al mismo tiempo, agrega el ente científico, algunas grandes empresas cafeteras están invirtiendo millones en iniciativas de plantación de árboles para cumplir sus objetivos climáticos a través de créditos de carbono.
«Para ser claros, plantar árboles de sombra en fincas de café de monocultivo es un paso positivo, pero nuestros hallazgos muestran que la plantación de árboles por sí sola no puede compensar lo que se pierde cuando se eliminan los árboles de sombra maduros», sostiene Bennett, de acuerdo con el comunicado del STRI.