Berlín, 1 jul (EFE).- El canciller alemán, Friedrich Merz, dijo este martes que el Gobierno de Alemania conoce la preocupación del Ejecutivo de Polonia sobre la migración irregular, problema que ha llevado a Varsovia a anunciar en el día de hoy controles fronterizos en sus límites con Lituania y Alemania a partir del próximo lunes.
«Conocemos las preocupaciones del Gobierno polaco», dijo Merz en una rueda de prensa junto al primer ministro luxemburgués, Luc Frieden, poco antes de que el jefe del Ejecutivo de Polonia, Donald Tusk, anunciara la reintroducción de controles de su país con Alemania y Lituania.
«Sabemos que ahora el Gobierno polaco también quiere llevar a cabo controles fronterizos con Lituania para limitar los cruces fronterizos ilegales de Lituania a Polonia», precisó Merz, que aludió a sus última conversación con Tusk, el pasado fin de semana, y los contactos que mantienen los titulares de Interior de Berlín y Varsovia.
«Ayer por la tarde hubo una larga conversación telefónica entre los dos ministros del Interior, y estamos en estrecho contacto con el Gobierno polaco para minimizar el impacto en la medida de lo posible», apuntó el canciller, al aludir a los controles fronterizos que su Ejecutivo ha reforzado en las fronteras con sus países vecinos para hacer frente a la migración irregular.
Merz defendió que la medida implementada por su Gobierno responde a que «la protección de las fronteras exteriores de Europa no está suficientemente garantizada».
«Tenemos un problema común que queremos resolver juntos», señaló el canciller, que dijo «querer preservar el espacio Schengen».
«No queremos restringir la libertad de circulación en el espacio Schengen», afirmó en la defensa de la medida tomada por su Gobierno, cuando faltaban pocos minutos para que Tusk hiciera su anuncio.
Tusk declaró en Varsovia que desde el lunes 7 de julio se restablecerán de manera temporal los controles temporales en las fronteras con Alemania y Lituania con el objetivo de «minimizar el flujo de inmigrantes».
El líder polaco confirmó que esta medida «es necesaria», tras las quejas de vecinos polacos de zonas fronterizas por las «devoluciones en caliente» de migrantes hacia territorio polaco por parte de la Policía alemana.
En Berlín, Merz negó que se produjeran devoluciones en caliente de solicitantes de asilo «que ya han llegado a Alemania» y remachó que por el contrario lo que se está haciendo es rechazar a aquellos que llegan desde Polonia en la propia frontera.
«No las hay y no las habrá», sostuvo.