Ciudad Juárez (México), 5 sep (EFE).- La exportación de ganado en pie hacia Estados Unidos podría reanudarse en un par de meses gracias al avance del programa de la mosca estéril, estrategia sanitaria que combate al gusano barrenador, informó este viernes Álvaro Bustillos, líder de la Unión Ganadera Regional de Chihuahua, norte de México, en medio de la creciente inquietud por sus consecuencias económicas.

Actualmente, más de 700.000 cabezas de ganado permanecen varadas debido al cierre de frontera, situación que afecta a ambos países, aunque con mayor impacto en el mercado estadounidense, altamente dependiente de la carne mexicana.

En un intento de detener la plaga, Estados Unidos y México acordaron remodelar la planta para la producción de moscas estériles del gusano barrenador en Chiapas, frontera sur mexicana, valuada en 51 millones de dólares, de los cuales Washington pondrá 21 millones.
En Samalayuca, Chihuahua el productor Javier Meléndez Cardona consideró que la decisión estadounidense responde más a factores políticos que a temas sanitarios.
“México ha cumplido con todas las normas de sanidad e inocuidad. Se habla de la posibilidad de que se abra en un par de meses, ojalá, estamos esperanzados a eso, porque ya necesitamos que haya ese flujo de exportación para que pueda de alguna manera respirar la ganadería chihuahuense”, apuntó.
El pasado 9 de julio, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) cerró de nuevo la frontera estadounidense a la importación de ganado mexicano, tras la detección de un nuevo caso de gusano barrenador en el estado de Veracruz, sureste de México..
Este cierre, el tercero en apenas ocho meses y tan solo tres días después de su reapertura, ha elevado la preocupación entre los ganaderos locales quienes advierten que el cierre tiene consecuencias económicas severas.
“Sí, pues muy lamentable verdad para la ganadería de Chihuahua porque nuestro estado sabemos que es de los principales exportadores a Estados Unidos y entonces es una cadenita que afecta a todos los productores y a muchas familias”, declaró José Alfonso Prieto Rodríguez, gerente de un establo en la región fronteriza con Estados Unidos.
Prieto explicó que los productores deben mantener a los animales por más tiempo, lo que incrementa los gastos en alimentación y afecta también al mercado interno.
“Al no poder vender el ganado, pues es el flujo de efectivo que hay, entonces hay que comprar alimento, granos para el ganado, que ellos no nos van a esperar, ellos no entienden de que no hay dinero, tienen que comer todos los días, entonces aparte de eso, pues los gastos familiares también que se ven afectados”, señaló.
Precisamente, este cierre fronterizo fue uno de los temas tratados por el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, durante su visita a México esta semana, en la que se reunión con la presidenta, Claudia Sheinbaum, y el canciller, Juan Ramón de la Fuente, aunque no se ofrecieron detalles acerca de un posible calendario de reapertura.