Ciudad de México, 7 may (EFE).- El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), expresó este miércoles su “profunda preocupación” por la escalada de tensiones entre la India y Pakistán, tras los ataques iniciados hace dos semanas en la Cachemira india, y las agresiones de esta madrugada en respuesta a dichas acciones.
“La @SRE_mx reitera su profunda preocupación por la escalada de tensiones entre la India y Pakistán, luego del atentado terrorista del pasado 22 de abril”, expuso la cancillería en un breve pronunciamiento en redes sociales.
El Gobierno mexicano condenó también el “terrorismo” en todas sus formas y rechazó el uso de la fuerza para solucionar cualquier controversia.
Más temprano, durante su conferencia de prensa matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que la posición de México va a ser “la construcción de la paz” en el mundo y “la fraternidad” de las naciones.
El Gobierno mexicano reaccionó así a los ataques perpetrados por la India esta madrugada como respuesta a los ataques terroristas de hace dos semanas en la Cachemira india, en la que murieron 26 turistas, y de los que Nueva Delhi culpa a Islamabad.
De acuerdo con el Ejército de Pakistán, en la madrugada del miércoles al menos 26 civiles murieron y otros 46 resultaron heridos.
La India realizó bombardeos contra varios objetivos de su vecino y principal rival, conocidos como ‘Operación Sindoor’, dirigidos contra lo que afirma eran infraestructuras terroristas en Pakistán y la Cachemira administrada por Pakistán.
El Gobierno indio declaró que estos ataques, llevados a cabo aproximadamente a la 1:44 del miércoles hora local (20:14 del martes GMT), fueron una respuesta directa al mortífero ataque terrorista del 22 de abril en Pahalgam, ubicado en la región de Cachemira administrada por la India, que causó múltiples víctimas.
Además aseguró que la operación fue un esfuerzo dirigido a desmantelar la infraestructura terrorista desde donde se han planificado y dirigido ataques contra la India. Según Nueva Delhi, no se alcanzó ningún objetivo civil, económico o militar paquistaní.