Light
Dark
 

‘Mi amiga Eva’, la primera protagonista de Cesc Gay busca una nueva adolescencia a los 50

Imagen de archivo (22/09/2022) del director Cesc Gay en el Festival de Cine de San Sebastián. EFE/Javier Etxezarreta.

Marina Estévez Torreblanca

Madrid, 16 sep (EFE).- Tras diseccionar los sentimientos masculinos en ‘Krampack’ o ‘Truman’, el cineasta Cesc Gay se estrena como explorador del carácter femenino en ‘Mi amiga Eva’, una comedia con Nora Navas que, a punto de cumplir 50 años, decide separarse y perseguir una «segunda adolescencia», dice a EFE la actriz.

Un camino lleno de dudas y dificultades que tomará cuando aparece en su vida de manera casual un hombre -encarnado por Rodrigo de la Serna (‘Diarios de Motocicleta’)- que le inspira replantearse una existencia acomodada junto al padre de sus hijos y pareja durante 25 años, Juan Diego Botto (‘Martín Hache’).

«Empecé a tener ‘evas’ cerca y me daba curiosidad intentar entender por qué se planteaban este cambio tan bestia en su vida, en busca de algo que vete a saber dónde encontrarán», explica a EFE el director y guionista, que sentía ya «agotada» la temática de los personajes masculinos.

En la película, que se estrena este viernes, se ha permitido escribir escenas y momentos «mucho más imprevisibles» y distintos de los que suele dibujar. «Le dije a Nora que esto iba a ser una comedia, pero que ella lo iba a pasar fatal. Esa fue un poco la pauta», resume.

Sí que ha mantenido uno de los rasgos reconocibles de su filmografía: la trama se sitúa en un entorno urbano de clase burguesa «que no está sufriendo por llegar a fin de mes o por su trabajo». Así, Gay prescinde de temáticas sociales para centrarse en las relaciones y emociones dentro de la parejas, las familias y los grupos de amigos.

Según Nora Navas (‘Pa negre’), este cineasta escribe «papeles más emocionales que psicológicos» y por tanto llenos de contradicciones. Ella define a Eva como una persona «apocada, indecisa y torpe», pero «fantasiosa» y capaz de ir «siguiendo su instinto, su llamita de segunda adolescencia» en un proceso en el que la mentira se convierte en algo consustancial.

Unos engaños que el director y guionista introduce en la historia porque a su juicio «la realidad no es la que muestran las redes o algunos medios. Las personas no tienen las cosas claras, mienten y hacen lo que pueden para tirar adelante, para tomar sus decisiones».

«Realmente es una película que hace reír, pero que toca por este anhelo de la nostalgia del amor que viviste», añade la actriz, que pone como ejemplo la escena de la película en la que su personaje ve con envidia a dos adolescentes besándose en la calle. «Y de repente dices, ¿y por qué no puedo volver a ser yo?», remarca.

Para Botto, que trabaja por primera vez con el director que «nos ha acompañado en nuestro crecimiento emocional a lo largo de los años», su papel, el de Víctor, «no era difícil de entender», ya que representa un «arquetipo común», el del hombre pasivo que quiere mantener la estabilidad y la rutina en un entorno «relativamente armónico».

«Al final descubres que, como pasa muchas veces, la valentía de algunos es el beneficio de los cobardes. Él se beneficia de la valentía de Eva, como los conservadores que se oponían al divorcio y después fueron detrás a utilizarlo», ejemplifica el actor hispano-argentino.

Y es que, como subraya Nora Navas, «después de estar 25 años con una persona que por ejemplo es muy sociable, al final puedes estar ya un poco hasta las pelotas, aunque eso fuera la razón por la que te juntaste con ella. Uno se separa por lo mismo que se ha enamorado», concluye.