Tapachula (México), 6 sep (EFE).- Además de afrontar obstáculos en sus documentos por su condición de refugiados, cientos de migrantes en la ciudad mexicana de Tapachula,en Chiapas, en la frontera con Guatemala, sufren problemas de salud como enfermedades crónico-degenerativas, mentales y padecimientos psicológicos, en condiciones precarias.

Tras huir de sus países por diferentes motivos, entre ellos persecución del crimen organizado y la violencia que los obliga a abandonar sus casas en busca de seguridad y un futuro mejor, los migrantes también deben atender en su estancia en la frontera sur de México sus problemas de salud.

Los migrantes llegan a los módulos de la Secretaría de Salud en Tapachula donde presentan problemas de salud como hipertensión, diabetes, asma, enfermedades respiratorias, gastrointestinales, de la piel y estomacales, además de las condiciones de estrés, depresión, ansiedad y estrés postraumático, ante las condiciones de incertidumbre y precariedad que padecen durante su trayecto.
Yamilet Cruz, migrante de Cuba, llegó a Tapachula desde hace varios meses, con problemas de hernias en la columna vertebral, por lo que ha empezado a tratarse con personal médico.
“Ante problemas psicológicos las personas afectadas vienen, están un poco ansiosas, quizá es la misma situación la que estamos pasando todos y estamos agradecidos con la atención médica que dan”, explicó la mujer.
Otro migrante cubano Oscar Hernández contó a EFE que salió de su país porque le extirparon un riñón hace diez años y requiere un tratamiento para su enfermedad
“¿Cuál medicamento? En Cuba no hay, por eso me vine para acá, porque no tenía atención médica (…) acá nos trataron bien, todo gratis, las pastillas nos las regalan”, expuso.
A este migrante lo acompañaba Juan, otro cubano, quien se atiende de problemas de hipertensión y diabetes, por lo que la atención es gratis para todos.
Los cubanos narraron a EFE que huyeron de la Isla por la falta de medicamentos, que son de coste elevado, lo que a mucha gente los obliga a caer en el mercado negro de los fármacos.
David Jiménez Gordillo, coordinador de personas en contexto de movilidad y desastres de la Secretaría de Salud, contó a EFE que de enero a julio del 2025 se han atendido en Tapachula a 39.000 a migrantes de mayormente de países como Guatemala, Cuba, Haití.
“Hay un cambio en el entorno migratorio, muchas de estas personas ya no van tránsito están haciendo la solicitud de refugio, los enfermedades más comunes son como las de los mexicanos, son más vulnerables a infecciones respiratorias agudas, diarreicas, dermatológicas y lesiones”, dijo.
Rossemberg López Samayoa, presidente de la organización ‘Una Mano Amiga» en Tapachula, explicó que las políticas migratorias de Estados Unidos «pegaron duro a las personas migrantes» y también a las organizaciones porque siempre se ha buscado recursos de otras instancias del Gobierno de Estados Unidos.
“Sin embargo, hay instancias que están apoyando en temas como las pruebas rápidas de VIH, de sífilis, condones y lubricantes lo que está permitiendo que se continúe haciendo actividades a la población migrante y local”, dijo.