Turín (Italia), 21 ago (EFE).- Mikel Landa (Soudal-Quick Step) llega a la salida de Turín de la 80ª Vuelta a España con «ambición y ganas» de intentar ganar una etapa, pero consciente de que deberá comprobar definitivamente su recuperación tras haber competido tan solo hace un par de semanas en la Vuelta a Burgos después de su grave caída en la primera etapa del Giro de Italia.

«La Vuelta a Burgos me sirvió para quitarme el miedo. Llego con ambición y ganas y, ahora, a ver cómo responden las piernas», ha explicado el alavés antes de iniciar su participación en la que será su vigésima cuarta gran vuelta.

Landa, antes de comenzar la carrera española, reconoce que tras haber centrado su carrera en disputar la clasificación general en las grandes vueltas ahora lo que le «pide el cuerpo es ir a por etapas» y cree que ahora tiene «opciones de hacerlo».
Aunque su último triunfo fue hace cuatro años, en la Vuelta a Burgos de 2021, Landa considera que su objetivo de pelear por una etapa empezará a partir de la segunda semana. «La primera semana será muy difícil, habrá más opciones en la segunda semana, aunque es la más exigente».
El alavés lamenta la ausencia en la Vuelta del gran líder Soudal-Quick Step, el belga Remco Evenepoel, con el que «este año no he podido coincidir» pero piensa que vienen con «un equipo joven y peléon», aunque otorga la condición de «favorito número uno» al danés Jonas Vingegaard (Visma-Lease a Bike).
Sobre su recuperación ha recordado que en Burgos tuvo la primera oportunidad de probarse porque no había podido «hacer intensidad». «Y sirvió para quitarme el miedo a exprimir el cuerpo y llevarlo un poco más al límite y el cuerpo después ha reaccionado bien».
Landa tiene claro que la espalda en los momentos de máxima exigencia le va a responder, aunque sabe «que la condición no es buena». «Pero quiero que vaya mejorando y con la frescura que tengo de no haber corrido espero poder terminar bien».
«Me encantaría ganar una etapa, creo que ese sería mi objetivo más realista, pero incluso eso lo veo difícil. Por eso habrá que ir día a día. La primera semana será una toma de contacto y a partir de la segunda podré pensar dónde puedo estar», ha analizado.
En este sentido apunta que en el complicado final de la segunda etapa en Limone Piemonte «si llegan 30 ó 40 corredores espero estar, si llegan 10 seguro que no», mientras que en la segunda semana, que puede ser «decisiva», presenta etapas «bonitas como la de Bilbao, L’Angliru, Farrapona y Morredero que me pueden venir bien».
Recordando la grave caída que le dejó fuera del Giro, ha reconocido que «fue un golpe duro por el trabajo y el esfuerzo que había puesto», además de ser consciente de que los años van pasando «y no quedan muchas oportunidades».
De la recuperación ha reconocido que su moral fue mejorando conforme fueron pasando las semanas. «Al principio parecía que iba a ser lenta y dura, pero cada día me daban buenas noticias y cada semana tenía una nueva motivación y cuando me quise dar cuenta ya estaba en el rodillo otra vez».
No obstante, ha aclarado la diferencia que existe entre empezar a montar en bici y dar el paso para entrenar duro. «Es lo que más me ha costado y luego he tenido altibajos, días que estás bien, días que estás mal y no puedes seguir un programa, pero es lo normal».
«Tenía claro que quería volver, no cuanto antes, pero volver y me ha servido también para estar un poco en casa y romper un ciclo de muchas concentraciones y muchas carreras. Así, he disfrutado de estar con los de casa y no darle muchas vueltas», ha comentado.
Del Giro ha reconocido que lo pudo ver, porque cuando lo intentaba, le «entraba envidia, celos y rabia». «Fui incapaz de verlo y porque tenía bastante claro que iba a terminar así. Era un giro muy clásico, con una última semana decisiva y tenía bastante claro que iba a pasar algo de eso».
Además de la Vuelta, Landa tiene por delante un interesante calendario que le estimula como disputar el Mundial de Ruanda o estar en el Giro de Lombardía.
«Son carreras todavía bonitas que puedo hacer bien, sobre todo llegando con ganas, así que quiero aprovechar la Vuelta para coger esa forma. Con (Alejandro) Valverde he hablado y si todo va bien estaré en el Mundial», ha comentado.