La Plata (Argentina), 14 ago (EFE).- En el primer acto de campaña para las legislativas del mayor feudo peronista, la provincia de Buenos Aires, el presidente Javier Milei arremetió contra el gobernador Axel Kicillof bajo el lema «nunca más», usado para defender los derechos en Argentina y que se apropió el partido ultraderechista La Libertad Avanza (LLA) para atacar el kirchnerismo.
“Hoy vamos a las elecciones diciendo kirchnerismo nunca más», gritó Milei a cientos de simpatizantes concentrados en el Club Atenas de la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires.
Esta provincia se ha convertido en el caballo de batalla de la política argentina, tanto de cara a las elecciones del 7 de septiembre en Buenos Aires como a las legislativas nacionales del 26 de octubre, ya que -con más de 17 millones de habitantes- concentra al 37% de los votantes del país.
Milei ascendió al escenario luego de tardar varios minutos en atravesar a pie el estadio cubierto Atenas, entre una multitud enfervorizada que lo colmó de abrazos y selfies, para luego tomar entre sus manos una motosierra, símbolo de su plan de recortes.
En tono de campaña, el presidente criticó con dureza a Kicillof, quien fuera el ministro de Economía de Cristina Fernández: “El gobernador no hace otra cosa que darle la espalda a la gente una y otra vez. En definitiva, no sólo gasta mucho, dado que la provincia aún sigue siendo brutalmente deficitaria, sino que gasta mal y el orden de prioridades está completamente roto».
El presidente argentino arribó al acto en medio de un importante operativo de seguridad, mientras los integrantes de las listas de la LLA subían al escenario para ser presentados, ante un público que vitoreaba consignas contra el kirchnerismo.
Antes de su llegada, no dejó de sonar heavy metal y rock and roll en el recinto platense, donde se concentraron unas 3.000 personas, en su mayoría con banderas y vestimentas de color violeta.
“Los bonaerenses que tienen los medios huyen como sea de cualquier servicio que provee la provincia. Los que pueden mandan a sus hijos a escuela privada, debería proveer el famoso ‘estado presente’. Ese mismo que los kirchneristas tanto defienden», embistió Milei en su discurso.
Los periodistas y cámaras de televisión acreditados no tuvieron acceso al acto, fueron reducidos durante varias horas a un espacio vallado en la calle y sin servicios, en una tarde con bajas temperaturas. Tan solo los fotógrafos pudieron entrar durante unos minutos, en grupos de cuatro en cuatro, a tomar imágenes de forma apresurada.
La ultraderecha organizada en la calle
Afuera del microestadio de La Plata, pequeños grupos de seguidores de LLA se congregaron con banderas que llevaban inscrito el nombre de la localidad desde donde llegaron, como Tres de Febrero, Quilmes o La Matanza, todas en la provincia bonaerense.
Celeste Valenzuela es una joven candidata a concejal en Marcos Paz, se dedica a la venta de electrodomésticos y aseguró a EFE que comenzó a seguir las ideas de Milei porque, con los gobiernos anteriores, en su barrio “nunca vio cambios”.
“No tiene que haber privilegios, tanto en la política como fuera de ella”, expresó Valenzuela, que además defendió el ajuste que lleva adelante el Gobierno argentino sobre pensiones y personas con discapacidad en pos de no dañar el equilibrio en las cuentas públicas y evitar la inflación.
Marco Palazzo es influencer partidario del mileísmo, forma parte de las fuerzas del oficialismo en la localidad de Tres de Febrero y aseguró a EFE que el actual Gobierno debe ser defendido porque bajó la pobreza, la indigencia, los altos precios y la inseguridad en Argentina.
“Acá no hay gente con más derechos que otra. El problema es cuando el estado de bienestar se mete en el medio y te roba para darle privilegios a un sector de la población como el grupo extremista LGTB o el feminismo radicalizado”, comentó Palazzo, tras arremeter contra el aborto.
El copartidario oficialista defendió también el giro que está experimentando la juventud que apoya a Milei hacia la extrema derecha: “Nos estamos retrayendo a los valores más rudimentarios de la sociedad”, concluyó.
Sebastián Rodríguez Mora y Esther Rebollo