Buenos Aires, 20 jun (EFE).- El presidente argentino, Javier Milei, encabezó este viernes un acto por el Día de la Bandera en Buenos Aires, lejos de la tradicional ceremonia que todos los años se realiza en el emblemático Monumento a la Bandera de la ciudad de Rosario, y reinvindicó el papel de las Fuerzas Armadas.
“Durante años la política utilizó a las Fuerzas Armadas como un chivo expiatorio para justificar la reducción del gasto en defensa bajo el argumento de que los uniformados eran los malos y los grandes culpables de la decadencia nacional. La política desatendió las necesidades del país ante las nuevas amenazas que surgían a nivel global”, apuntó Milei.
Luego de 205 años del fallecimiento del general Manuel Belgrano, creador de la bandera argentina, el presidente encabezó un acto en el barrio capitalino de Palermo, al que también asistió todo su gabinete de ministros.
Este año Milei decidió no asistir al tradicional evento que se realiza cada 20 de junio en la ciudad de Rosario, frente al emblemático Monumento a la Bandera.
En su reemplazo, viajó la vicepresidenta Victoria Villarruel, con quien Milei mantiene una gélida distancia desde los albores de su mandato, quien aseguró no haber sido invitada al acto oficial y aprovechó para enviar un mensaje desde allí: “No hay otro lugar en Argentina para estar más que acá”.
A 300 kilómetros de allí, el presidente agradeció a los militares presentes por la «valiente decisión» de unirse a las fuerzas.
“Esta decisión deberá ser refrendada y honrada a diario en el ejercicio de sus funciones, sabiendo que ponen en riesgo sus vidas para cuidar lo de todos los argentinos, lo que constituye el más noble de los servicios a la patria”, aseguró después de prestarle juramento a la bandera.