Oviedo, 21 jun (EFE).- Miles de aficionados han recibido este sábado al Real Oviedo a su llegada al estadio Carlos Tartiere, donde a partir de las 21:00 horas se juega el ascenso a primera división ante el Mirandés, en un encuentro en el que el equipo azul está obligado a ganar tras la derrota por 1-0 en Anduva.

Un amplio dispositivo, integrado por agentes de Policía Nacional y Local, velan por la seguridad en torno al partido, de gran expectación para la afición del conjunto asturiano, que espera volver a la máxima categoría veinticuatro años después de abandonar la élite del fútbol español, mientras que la mirandesa sueña con debutar en primera.

Miles de aficionados ataviados con la camiseta azul y la bufanda del Real Oviedo, entonando cánticos, han ovacionado al equipo asturiano en la llegada al Tartiere del autocar en el que viajaba el conjunto azul, que entró al estadio arropado por una marea humana de seguidores que llenaban los laterales de la calzada.
También, varios cientos de seguidores del Mirandés han estado presentes en la capital asturiana para apoyar al conjunto que dirige Alessio Lisci.
Oviedo lleva semanas pendiente de la fase de ascenso a primera división, desde que el pasado 1 de junio lograse quedar, en la última jornada, como tercer clasificado en la competición regular de segunda división. Desde entonces, las banderas azules con el escudo del Real Oviedo salpicaban las fachadas de muchos edificios y las fuentes de la ciudad se tiñeron de azul en un guiño al equipo.
Tras superar al Almería en una igualada semifinal de la fase de ascenso y perder por la mínima (1-0) en la ida de la final frente al Mirandés en el estadio municipal de Anduva, en Miranda de Ebro, la expectación por la final de este sábado es máxima, con un lleno histórico en el Carlos Tartiere, con más de 30.000 aficionados.