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Miles de etíopes festejan la inauguración de su megapresa como símbolo de orgullo nacional

El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed Ali (I), asiste a la inauguración de la Gran Presa del Renacimiento Etíope (GERD) en el río Nilo Azul en la región de Benishangul-Gumuz, Etiopía, el 9 de septiembre de 2025. La GERD es una central hidroeléctrica de 6.450 MW que se extiende 1,78 km a lo largo de un valle y tiene una altura de 145 m. (Etiopía) EFE/EPA/STR
high. (Etiopía) EFE/EPA/STR

Simon Berhane

Adís Abeba, 14 sep (EFE).- Miles de etíopes se congregaron en la madrugada de este domingo en la plaza Meskel, en la capital, Adís Abeba, para celebrar la finalización de la Gran Presa del Renacimiento Etíope (GERD), el mayor proyecto hidroeléctrico de África, y un hito en un país donde gran parte de los hogares -cerca del 60 %- carece de electricidad.

El acto incluyó un desfile militar del Ejército etíope y danzas tradicionales con artistas llegados de toda Etiopía, que lucieron trajes típicos y bailaron al ritmo de tambores y canciones en un ambiente de orgullo y fiesta.

Muchos asistentes portaban carteles escritos a mano con mensajes como «Juntos, lo hemos superado», para celebrar uno de los mayores proyectos públicos de Etiopía: valorado en unos 5.000 millones de dólares y financiado en gran medida con bonos emitidos por el Gobierno y contribuciones directas de la ciudadanía.

Y es que, el proyecto se ha convertido en un poderoso símbolo de orgullo nacional y ha impulsado el nacionalismo etíope, uniendo a una población a menudo dividida por tensiones étnicas y políticas.

La presa, construida en el profundo desfiladero de Guba, en la región de Benishangul-Gumuz (oeste), a 15 kilómetros de la frontera con Sudán, se espera que tenga un impacto crucial en la economía del país, permita electrificar comunidades rurales sin conexión a la red y facilite la exportación de electricidad a varios países, entre ellos Kenia, Tanzania, Yibuti y Sudán.

Sisay Alemu, un residente de 55 años de Adís Abeba, llegó a la plaza Meskel poco después de las dos de la madrugada para celebrar la culminación de la presa, inaugurada el pasado 9 de septiembre.

«No tengo palabras para expresar lo feliz que estoy», dijo a EFE Sisay. «Este es un proyecto del que todos los etíopes podemos sentirnos orgullosos».

Según el Ministerio de Agua y Energía, los ciudadanos etíopes han contribuido con más de 23.000 millones de birrs (unos 136,5 millones de euros), mientras que el resto fue financiado por bancos estatales locales.

Saeeda Mohammed, otra participante en la celebración, es una de los millones de etíopes que compraron bonos hasta en 15 ocasiones para financiar la presa. Para ella, la finalización del proyecto es como un sueño hecho realidad.

«Es como la presa de los sueños», afirmó Saeeda, mientras bailaba al son de la música tradicional.

Disputa regional por el agua del Nilo

Vista de una pared de la Presa del Renacimiento de Etiopía (GERD) en el río Nilo Azul en la región de Benishangul-Gumuz, Etiopía, 9 de septiembre de 2025. La GERD es una central hidroeléctrica de 6.450 MW que se extiende 1,78 km a través de un valle y tiene una altura de 145 m. (Etiopía) EFE/EPA/STR

Aunque para los etíopes simboliza un «sueño cumplido», la GERD ha sido motivo de una larga disputa con Egipto y Sudán, ya que estos países consideran que es una amenaza para su seguridad hídrica y que vulnera acuerdos históricos sobre el uso del agua del Nilo.

El ministro de Exteriores egipcio, Badr Abdelatty, advirtió formalmente al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre las «acciones unilaterales» de Etiopía respecto a la presa en el Nilo Azul, y en un comunicado emitido el pasado martes, el Gobierno egipcio aseguró que «no permitirá que se vulneren sus derechos hídricos» y que «tomará todas las medidas que le garantizan el derecho internacional para defender los intereses existenciales de su pueblo».

Pese a las repetidas garantías de Etiopía de que el proyecto no causaría daños significativos, los tres países no han logrado llegar a un acuerdo en las sucesivas negociaciones que han tenido lugar desde 2015.

«A nuestros vecinos río abajo quiero asegurarles que no pretendemos hacerles daño, sino encontrar una prosperidad común», afirmó el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, durante la inauguración.

Diseñada inicialmente para generar 6.000 megavatios de electricidad y almacenar unos 74.000 millones de metros cúbicos de agua en el lago artificial Nigat (Amanecer, en amárico), la capacidad de la GERD se ajustó finalmente a 5.150 megavatios (equivalente a casi seis centrales nucleares), y se espera que duplique la capacidad nacional de generación eléctrica.

«Antes de la GERD, nuestra capacidad de generación era de unos 4.900 megavatios, y ahora se añaden 5.150 MW», explicó el ministro etíope de Agua y Energía, Habtamu Itefa.

La presa, con una altura de 145 metros y una superficie máxima de 1.874 kilómetros cuadrados (un área mayor que la ciudad de Londres), se empezó a construir en 2011, bajo el Gobierno del entonces primer ministro Meles Zenawi (1995-2012). EFE

ag/pga/alf

(foto)

Vista de la bandera etíope pintada en una pared de la Gran Presa del Renacimiento Etíope (GERD) en el río Nilo Azul en la región de Benishangul-Gumuz, Etiopía, 09 de septiembre de 2025. La GERD es una central hidroeléctrica de 6.450 MW que se extiende 1,78 km a través de un valle y tiene 145 m de altura. (Etiopía) EFE/EPA/STR