Manila, 21 sep (EFE).- Miles de personas comenzaron a salir a la calle este domingo en Filipinas para participar en una jornada de protestas por todo el país contra la corrupción, ante sospechas sobre la malversación de millones de dólares en planes de infraestructuras inexistentes o defectuosos.

En el parque manileño de Luneta, una multitud de millares de personas, dominadas por jóvenes -muchos de ellos vestidos de color negro-, expresó su indignación que explotó a raíz de la desaparición de fondos públicos millonarios destinados a proyectos para el control de inundaciones.

«La corrupción es rampante en nuestro Gobierno, especialmente entre los miembros de la Cámara de Representantes y el Senado», declaró a EFE Michael, de 22 años, desde la marcha en Manila.
Las reivindicaciones anticorrupción ya han sido objeto de movilizaciones en el archipiélago y han provocado la caída de los líderes de las dos cámaras del Congreso filipino.
Según afirmó recientemente el secretario de Finanzas, Ralph Recto, estos proyectos «fantasma» de control de inundaciones habrían causado pérdidas al erario público de 1.771 millones de euros solo en los últimos dos años.
Respaldados por el presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., quien mandó investigar dichos proyectos, y por la influyente Iglesia católica del país asiático, se espera que miles de personas saldrán a las calles de Manila y otras ciudades del archipiélago.
Michael, por su parte, opina que el respaldo de Marcos Jr. es «superficial» y le apunta como el «principal» sospechoso de corrupción al beneficiarse directamente de los miles de millones de dólares que expolió del erario público su padre, el exdictador Ferdinand Marcos, considerado durante años como el mayor robo a un gobierno de la Historia.
«Es tan tonto que dice que está en contra de la corrupción, pero en primer lugar Marcos Jr. es uno de los problemas de la corrupción», asevera el joven al recordar que el actual presidente fue condenado a pagar una millonaria deuda con el fisco por impuestos de patrimonio impagados, que aún no ha saldado.
Carteles que rezan «nosotros trabajamos, nosotros pagamos el robo» o «a la mierda el sistema» se mezclan con las banderas pirata del popular manga ‘One Piece’ enarboladas por manifestantes, un símbolo de las recientes protestas en Indonesia y Nepal.
Aunque la atmósfera es pacífica, han aparecido en escena pequeños grupos de encapuchados ante el férreo despliegue ordenado por las autoridades para mantener la calma durante las movilizaciones.
Las protestas convocadas para hoy en Filipinas se producen en medio de un clima de descontento popular en varios países asiáticos, como Indonesia o Nepal, donde en las últimas semanas grupos estudiantiles han liderado manifestaciones contra los privilegios de políticos y contra la corrupción.
Mientras en Indonesia perdieron la vida al menos diez personas durante las concentraciones, el balance de víctimas supera los 70 muertos en Nepal, donde la víspera se estrenó como primera ministra Sushila Karki, tras la renuncia por las movilizaciones del exmandatario K.P. Sharma Oli.