Madrid, 13 jul (EFE).- El presidente de la Asociación MIR España (AME), Jesús Arzúa, denuncia que el Estatuto Marco que el Ministerio de Sanidad negocia con los sindicatos perpetúa su precariedad: «Al final somos petróleo barato, aquí nadie se opone y todo sigue igual. Le quieren dar una vuelta de tuerca más para seguir teniendo a los médicos en estas condiciones».
Es la denuncia de los residentes, en palabras del presidente de AME, que demanda un aumento de las retribuciones y mejoras en las condiciones laborales, como lo hacen miles de médicos que hace menos de un mes se manifestaron en una jornada de huelga, la primera en cinco años, en contra del reciente borrador del Estatuto Marco.
Es un borrador en el que los MIR advierten de que tienen cosas que decir. Desde la asociación han observado en la última propuesta una “regresión” en las condiciones laborales de los residentes que parece “no tener freno”, agravada además por la pérdida del 20 % de su poder adquisitivo desde 2009.
Hasta 2003 existía un estatuto propio para los médicos, sin embargo, a partir de ese año se creó un estatuto único para todos los profesionales sanitarios, y también no sanitarios, del conjunto del Sistema Nacional de Salud.
«Lo que defendemos -argumenta Arzúa- es que existen muchas particularidades -como médicos- para que se nos meta en el mismo saco a nivel legal, administrativo y organizativo. Tenemos horarios y competencias completamente distintas».
Las guardias, su principal reivindicación
En el Hospital Vall d’Hebron (Barcelona) está Marcos Castillo, residente de tercer año de Pediatría y quien por suerte se siente acompañado por sus adjuntos y no duda en preguntales si tiene algún problema. No obstante sabe que hay compañeros, especialmente de Radiología General y Traumatología, «que están muy solos y tienen miedo a avisar porque les echan la bronca».
Castillo asegura que el principal problema son las guardias. «Muchas veces no son guardias, son tres turnos de ocho horas seguidas, que no es lo mismo. No tiene ningún sentido tomar decisiones a las 04:00 de la mañana cuando llevas trabajando desde las 8:00 de la mañana del día anterior», comenta.
Este médico residente reivindica que la guardia no es únicamente un momento para «quitar pacientes de una lista», sino que también debería ser un espacio para formarse como especialista y dar así una atención óptima.
Apenas 1.000 euros de salario
Alfonso Rodríguez también está en su tercer año de residencia, pero de Medicina de Familia, y está satisfecho en general con sus condiciones laborales en el centro de salud de Milladoiro en Coruña.
Pero es consciente de que el salario es «muy mejorable» porque, como dice, «nosotros hacemos muchas horas de guardia y el sueldo es de apenas mil euros y no está lo suficientemente remunerado».
Durante las guardias, además, no se están estableciendo «descansos dignos», según añade el secretario MIR y médico joven de la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM), Cristian Herrera.
En algunos sitios, según agrega, tienen que incluso recurrir a echarse dos cojines al suelo y tumbarse porque no hay ningún lugar habilitado para ellos, y por eso reclama mejoras de las condiciones no solo a nivel estatal, sino entre comunidades.
Ante este panorama, Arzúa exige el cumplimiento de la normativa vigente porque frecuentemente llegan denuncias de sábados que no se libran los lunes, guardias de 24 horas que se alargan a consultas de la mañana siguiente, entre otras situaciones que -insiste- están “atentando contra la dignidad profesional” de los médicos.
El control de la enseñanza de los residentes, cuyo objetivo era auditar si se estaba cumpliendo de forma adecuada la formación de los MIR, también es una cuestión que el sindicato CESM reclama a Sanidad porque, puntualiza Herrera, hace una década que se eliminó y “no se sabe aún el porqué”.