Adís Abeba, 26 ago (EFE).- Cincuenta años después de su muerte, el último emperador etíope, Haile Selassie, que reinó entre 1930 y 1974, sigue siendo en medio de cierto olvido una figura criticada por su despotismo, pero también admirada por su afán modernizador.
A solo un día del aniversario, que se cumple este 27 de agosto, Hannahmariam Meherete Selassie, bisnieta del emperador, asegura a EFE desconocer algún acto previsto para conmemorar la muerte del que es probablemente el mandatario etíope más conocido a nivel mundial.
«No tenemos información sobre un plan para un evento conmemorativo. Como familia, no estamos al tanto», dice la bisnieta por teléfono.
Muchos etíopes jóvenes saben poco sobre Haile Selassie, aunque su recuerdo perdura en el extranjero a través del rastafarismo – movimiento espiritual que le ve como la encarnación de su dios, Jah- y de uno de sus fieles más célebres, el icono del reggae Bob Marley; así como a través de las letras del cantautor etíope Teddy Afro.
A pesar del tiempo y el olvido, la importancia del emperador se refleja en su título completo: «Su Majestad Imperial Haile Selassie I, León Conquistador de la Tribu de Judá, Rey de Reyes y Elegido de Dios».
Logros y críticas
Nacido en julio de 1892 como Lij Tafari Makonnen, el futuro emperador era hijo de Ras Makonnen, gobernador de la región de Harar (este) y primo del emperador Menelik II, quien reinó entre 1889 y 1913.
El joven escaló en el poder como regente de la emperatriz Zewditu entre 1916 y 1930, antes de ser coronado él mismo.
Educado por misioneros católicos, Haile Selassie se convirtió en un defensor del panafricanismo y jugó un importante papel en la creación de la Organización de la Unidad Africana (OUA), creada en Adís Abeba el 25 de mayo de 1963 y antecesora de la actual Unión Africana (UA), presentada en Durban (Sudáfrica) el 9 de julio de 2002.
También bajo su liderazgo, Etiopía fue uno de los 51 estados fundadores de las Naciones Unidas.
Pese a estos logros, Haile Selassie fue criticado por huir del país después de la invasión italiana impulsada en 1935 por Benito Mussolini, si bien sus partidarios argumentan que denunció la ocupación de sus país ante la Liga de las Naciones en Ginebra en 1936.
También contribuyó a su caída en desgracia la devastadora hambruna causada por la sequía que asoló a principios de los años setenta del siglo pasado las regiones norteñas de Wollo y Tigré, y la respuesta tardía del emperador a esa crisis.
Tras la victoria etíope con apoyo británico que expulsó a los italianos en 1941, el mandatario regresó del exilio, pero fue derrocado en 1974 cuando una junta militar comunista, conocida como el ‘Derg’, tomó el poder.
La junta ordenó su asesinato un año después, cuando Haile Selassie fue estrangulado en su cama.
¿Modernizador o tirano?
La figura del emperador sigue siendo controvertida: ¿modernizador o tirano? Haile Selassie despierta sentimientos encontrados en diferentes sectores de la sociedad etíope.
El reconocido historiador Ayele Bekeri argumenta, en declaraciones a EFE, que «hay logros históricos específicos asociados con el emperador».
«Durante su mandato, garantizó el acceso a los puertos de Assab y Massawa», que ahora forman parte de la vecina Eritrea, señala el académico, para quien Haile Selassie impulsó la «modernización» del Estado.
Por su parte, el abogado Malefiya Tessera reconoce la expansión de la educación y la modernización impulsada por Haile Selassie, pero critica su resistencia a la reforma agraria y a ceder el poder.
«Su negativa a adaptarse allanó el camino para la junta militar, que condujo a Etiopía al derramamiento de sangre y a la guerra civil», asegura a EFE el letrado, gran aficionado a la historia de su país, si bien aún cree que el emperador debe ser celebrado por elevar la posición de Etiopía en el tablero global.
Mientras, Mekibeb Gebremariam, investigador de la Oficina de Cultura y Turismo de Adís Abeba, comparte con EFE su preocupación por el olvido entre los jóvenes hacia esta figura clave en la historia de Etiopía.
«En algunas regiones, los jóvenes han destruido incluso sitios del patrimonio nacional, muchos de ellos construidos durante el reinado de Haile Selassie», lamenta Mekibeb sobre unos hechos sucedidos durante las protestas que han sacudido el país en los últimos años.
Con todo, el papel de Haile Selassie como líder panafricano sigue resonando a nivel mundial, como atestigua la estatua desvelada en 2019 en la sede de la UA en Adís Abeba y el hecho de que muchas calles lleven su nombre en el continente.
Sus restos, descubiertos en 1992 bajo una losa en los terrenos del palacio imperial, reposan en la Catedral de la Santísima Trinidad en la capital etíope.
Mussie Teferi