Nueva Delhi, 23 abr (EFE).- El primer ministro indio, Narendra Modi, acortó su visita a Arabia Saudita y regresó este miércoles a Nueva Delhi tras el mortífero ataque terrorista con 28 muertos en la región de Pahalgam, en la Cachemira india, uno de los peores ataques contra civiles en años recientes.
A su llegada a la capital india, el primer ministro celebró inmediatamente una reunión informativa de alto nivel en el aeropuerto para analizar la situación derivada del mortal ataque contra un grupo de turistas, ocurrido ayer, según imágenes del Gobierno.
Modi que recién comenzaba una visita oficial a Arabia Saudita, se reunió con el ministro de Exteriores, S. Jaishankar, el asesor de Seguridad Nacional, Ajit Doval, y el secretario de Relaciones Exteriores, Vikram Misri, según las imágenes del encuentro.
El ataque en Pahalgam ocurrió ayer cuando presuntos militantes atacaron a un grupo de turistas, causando la muerte de 28 personas y heridas a más de 20.
Supervivientes del ataque, citados por medios indios, relataron cómo los agresores se acercaron a ellos en la pradera y comenzaron a disparar a quemarropa, señalando, según informes, a individuos que afirmaban no ser musulmanes.
El ataque marca una grave escalada con respecto a otros incidentes recientes en la Cachemira controlada por la India. Previamente, el ataque más mortífero de los últimos años tuvo lugar en febrero de 2019, cuando un atentado suicida mató al menos a 40 policías paramilitares indios.
En cuanto a los ataques contra civiles, un incidente notable tuvo lugar en marzo de 2000, cuando un ataque insurgente contra una aldea en el sur de la región causó la muerte de al menos 36 personas.
La región de Cachemira ha sido un punto de conflicto de larga data entre India y Pakistán desde su separación del Imperio Británico en 1947. Ambas naciones han librado guerras y otros conflictos menores por el control del territorio.
Desde 1989, la región ha sido escenario de una revuelta armada contra el Gobierno de Nueva Delhi, un conflicto que ha causado la muerte de decenas de miles de personas. La India sostiene que Pakistán apoya la insurgencia, afirmación que Pakistán niega.
En respuesta al ataque, el Ejército indio y la Policía de Cachemira han lanzado una operación de búsqueda en la zona de Baisran, Pahalgam, en el distrito de Anantnag, para detener a los autores.
El ataque contra turistas en la zona de Pahalgam, en el distrito de Anantnag, ha provocado una condena generalizada en todo el país. Varios líderes políticos, entre ellos Modi y el ministro del Interior, Amit Shah, han denunciado el ataque.
Líderes internacionales, como el presidente estadounidense Donald Trump y el presidente ruso Vladímir Putin, también emitieron declaraciones condenando la violencia y expresando su solidaridad con la India.