Modric, Jashari y Ricci disparan la ilusión ‘rossonera’

El croata Luka Modric saluda a los aficionados del Milan con una camiseta del equipo desde la tienda oficial del club "rossonero". EFE/MATTEO CORNER

Roma, 7 ago (EFE).- Después de una temporada para el olvido, el Milan mira ya hacia su resurrección con un reformado centro del campo que dispara la ilusión de la afición ‘rossonera’, encantada con la llegada de una leyenda como el croata Luka Modric y optimista con los refuerzos del italiano Samuele Ricci y el suizo Ardon Jashari.

Este Milan no se parece en casi nada al que hace apenas unos meses claudicó por todo lo alto. A ese que se quedó sin Liga de Campeones para la presente campaña y perdió la final de la Copa Italia en una temporada para el olvido en la que tuvo dos entrenadores, los lusos Paulo Fonseca y Sergio Conceicao, que fueron incapaces de dar con la tecla ni con los jugadores.

Ahora manda, otra vez, Massimiliano Allegri. Y la reforma del vestuario no ha tardado en producirse. No están ya Kyle Walker, Joao Félix, Tammy Abraham, Theo Hernández o Luka Jovic, entre otros tantos entre los que también se encuentra Álvaro Morata, cedido al Galatasaray y cerca de llegar al Como 1907.

Tampoco estará el neerlandés Tijjani Reijnders, el mejor jugador del combinado milanista en la 2024-25, ahora bajo las órdenes de Pep Guardiola en el Manchester City.

Su marcha, de hecho, provocó un nuevo cisma. Recordó a cuando el club vendió al italiano Sandro Tonali, su gran figura. Esta vez, sin embargo, el Milan ha invertido rápido los alrededor de 60 millones que dejó en caja el neerlandés.

El primero en llegar fue Modric. Un secreto a voces. Desde que anunció su marcha del Real Madrid se le vinculó con el Milan, que confirmó su fichaje de manera informal incluso cuando el croata disputaba el Mundial de Clubes con el conjunto blanco.

Su llegada, como agente libre, además de aplacar la furia de una afición desconsolada por el nivel de su equipo y la marcha de Reijnders, aporta algo que le faltaba al Milan. La veteranía del excapitán del Real Madrid ha sido clave para que el club se lanzara a por su fichaje.

«Hablé con él en persona, vi a un hombre con muchas ganas de ser competitivo. Su llegada es fundamental para un grupo que necesita jugadores así, que necesita liderazgo», comentó el albanés Igli Tare, director deportivo del club, a finales de junio.

La motivación de Modric, además, es doble. Porque jugará en el equipo en el que triunfó su ídolo, Zvonimir Boban; y porque quiere llegar en plena forma al Mundial 2026.

Sus compañeros de baile en la medular ‘rossonera’ apuntan a ser otros dos recién llegados.

Samuele Ricci, internacional con Italia y ex del Torino, juega como organizador puro. Es una gran apuesta del club por sus 23 años, aunque se consagró la pasada campaña como uno de los mejores mediocentros de Italia.

Más arriesgado se antoja el fichaje de Jashari, centrocampista de 23 años que llega procedente del Brujas por unos 35 millones de euros. En 2024 jugaba en el modesto Lucerna, pero su eclosión en el Brujas, donde fue nombrado mejor jugador de la liga belga, valieron la inversión milanista.

Es un nuevo centro del campo que ilusiona en la zona ‘rossonera’ de Milán. Tres nuevas piezas que, eso sí, bajo la atenta mirada de su competencia, los Musah, Fofana, Loftus-Cheek o Adli, tendrán que asentarse en los amistosos veraniegos.

La primera prueba, donde se espera el debut de Modric, es en apenas dos días, el 9 de agosto, ante el Leeds. La segunda, ante el Chelsea, el 10 de agosto.

Después de esos dos amistosos, el Milan tendrá ya su primer compromiso oficial. Jugará la primera fase de la Copa Italia el 17 agosto, ronda que no juegan el resto de grandes de Italia, ante el Bari, en el momento de la verdad para el nuevo trío del centro del campo. Una semana después, el estreno en Serie A en San Siro ante el Cremonese, un recién ascendido.