La Paz, 4 jun (EFE).- El expresidente de Bolivia Evo Morales insiste en forzar su candidatura a la Presidencia del país, pese a estar inhabilitado, con bloqueos de carreteras por parte de sus leales que este miércoles cumplieron su tercer día consecutivo de corte de caminos en el centro de Bolivia.
Los seguidores de Morales (2006-2019) permanecen en 20 puntos en la región de Cochabamba donde bloquean las principales carreteras que conectan con el oriente y el occidente del país, situación que impide la movilización de vehículos pesados que transportan alimentos.
La Policía despejó la víspera algunos puntos de bloqueo en Sipe Sipe y Bombeo, en un operativo que dejó al menos 15 agentes heridos, pero para esta jornada los leales al exmandatario ya habían cerrado otra vez las carreteras.
Lo mismo sucedió en el valle bajo de Cochabamba, donde los ‘evistas’ bloquearon la carretera principal con rocas y promontorios de tierra para pedir la renuncia del presidente Luis Arce, si no soluciona la crisis económica.
«El Gobierno no hace nada, si no tiene la capacidad mejor que dé un paso al costado, ya no queremos sufrir con esta situación», dijo a EFE uno de los manifestantes que se identificó como Francisco.
Los ‘evistas’ comenzaron el lunes un bloqueo de carreteras en el centro de Bolivia mientras que la movilizaciones en La Paz continúan por segunda semana consecutiva en las que exigen soluciones a la crisis económica y la inscripción de su líder como candidato, pese a estar inhabilitado.
«Estamos en lucha por la crisis económica que está pasando en Bolivia, con nuestras ollas vacías estamos de duelo porque este Gobierno nos está matando de hambre», dijo a EFE Nora Machicado, manifestante afín a Morales, que marchó esta jornada por el centro de La Paz junto a un grupo de manifestantes.
El presidente Arce acusó en la víspera a Morales de «estar dispuesto» a cercar las ciudades e impedir el paso de alimentos, con el bloqueo de carreteras de sus seguidores en el centro del país, con el fin de ser candidato presidencial «a la fuerza».
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores denunció ante la comunidad internacional «las acciones desestabilizadoras promovidas por afines al señor Evo Morales, para acortar el mandato del presidente Luis Arce e imponer una candidatura inconstitucional».
Morales rechazó el comunicado de la Cancillería en una publicación en redes sociales y dijo: «Cómo se puede entender semejante atrevimiento y tratar de confundir al pueblo y al mundo y no van a confundir con mentiras”.
Las protestas de los seguidores de Morales buscan que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) admita la inscripción de la candidatura presidencial del exmandatario con el Partido de Acción Nacional Boliviano (Pan-Bol).
Pan-Bol perdió su personería jurídica, debido a que en las elecciones nacionales de 2020 no alcanzó el 3 % de los votos.
Morales insiste en participar en los comicios para buscar su cuarto mandato, a pesar de que el Tribunal Constitucional Plurinacional ratificó recientemente que la reelección en Bolivia está permitida «por una única vez de forma continua», sin la posibilidad de un tercer mandato.
Esto inhabilitaría a Evo Morales, que ya gobernó Bolivia en tres períodos (2006-2009, 2010-2014 y 2015-2019).
El expresidente renunció al oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) después de las disputas que sostuvo con Arce desde finales de 2021, por las decisiones del Gobierno, el control del partido y la candidatura presidencial.