Sevilla, 7 mar (EFE).- El matador de toros José Antonio Morante, Morante de la Puebla, volverá a vestirse de luces este sábado en el ruedo extremeño de Olivenza acompañado de Emilio de Justo y Borja Jiménez después de seis meses de inactividad taurina para recuperarse de sus problemas de salud, recrudecidos en las dos últimas temporadas.
Morante sufre un trastorno disociativo, agravado en los últimos tiempos con un cuadro depresivo; es un proceso de despersonalización y agorafobia que le provoca mialgias, dolores de cabeza y ataques de llanto, además de confusión y desorientación.
Así lo confesó el propio torero en The Times en una entrevista publicada el pasado verano en la que reconocía que la enfermedad le golpeó “más fuerte que antes”; había sido diagnosticado en 2024 cuando se vio obligado a retirarse temporalmente llegando a sufrir sesiones de electroshock en Miami, que se han repetido en la terapia recibida ahora en Portugal.
En este tiempo ha estado radicado en la localidad portuguesa de Nazaré, en la casa familiar de su apoderado Pedro Marques, para estar cerca del facultativo lisboeta que ha marcado el tratamiento que ha seguido el diestro de La Puebla y que le permitirá volver a la palestra taurina.
El diestro de La Puebla del Río (Sevilla) ha asumido el reto de cumplir una temporada exigente, en la que prevé torear en los principales ruedos del circuito taurino, como los cinco contratos firmados en el abono de la plaza de la Maestranza o las dos corridas que le esperan en la plaza de Las Ventas de Madrid.