Naciones Unidas, 11 ago (EFE).- El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, aseguró este lunes ante el Consejo de Seguridad de la ONU que su país «no es ni será refugio» de quienes ponen en riesgo la seguridad de los océanos.
«Panamá no es ni será refugio de quienes violan el derecho internacional o amenazan la seguridad de los océanos», aseveró el mandatario en una sesión sobre la seguridad marítima, convocada por Panamá, que este mes preside el Consejo.
Además, Mulino apostó por «fortalecer» las sanciones destinadas a actividades que usan el transporte marítimo como «mecanismo de evasión de normativas vigentes».
El mandatario recordó que la bandera de Panamá ondea en el 14 % de la flota mercante mundial y aseguró que su sistema de registro naval se ha fortalecido «con controles rigurosos» y «medidas contundentes» para excluir a embarcaciones y propietarios vinculados a listas internacionales de sanciones.
Por otro lado, Mulino reafirmó así el «firme compromiso» de su país en la lucha contra la pesca ilegal mediante «sanciones efectivas y disuasivas» y la inversión en mecanismos, tecnologías y equipos para reforzar la vigilancia y el control y proteger la biodiversidad marina.
La Autoridad Marítima de Panamá (AMP) divulgó el pasado junio que desde 2019, ha excluido de su registro a más de 650 buques desde 2019, en cumplimiento de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar) y como parte de sus esfuerzos para combatir el financiamiento del terrorismo y la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.
La AMP explicó además que desde octubre de 2014 está facultada para retirar unilateralmente del registro a buques cuyos propietarios aparezcan en listas de sanciones internacionales, una premisa bajo la cual canceló los permisos de 214 embarcaciones, lo que representa más de 12 millones de Toneladas de Registro Bruto (TRB).
Mulino reconoció hoy que el espacio marítimo es «un ámbito particularmente vulnerable a la expansión del crimen organizado a nivel transnacional, donde convergen múltiples amenazas que comprometen la seguridad y la soberanía de los estados».
Y explicó que el tráfico ilícito de drogas, armas, migrantes y mercadería falsificada tiene lugar en gran medida en rutas marítimas con un «alto grado de porosidad», es decir, allí donde hay una limitada capacidad de vigilancia.
El registro de buques panameño cuenta con 8.822 buques abanderados, lo que se traduce en 244,5 millones de toneladas brutas e ingresos anuales de 112 millones de dólares al tesoro nacional (unos 97,8 millones de euros).