Ciudad de Panamá, 2 oct (EFE).- El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, aplaudió este jueves el fallo de la Corte Suprema de Justicia que obliga a los candidatos a diputados del Parlamento Centroamericano (Parlacen) a ser escogidos directamente en las elecciones generales, pues hasta ahora eran propuestos entre los partidos políticos.
«Si tú me dices a mí, es la manera más democrática de elegir miembros al Parlamento Centroamericano. Que vayan, compitan en una papeleta y se escojan. Como debe ser, como se escogen los diputados, los representantes, los alcaldes, el presidente. Creo que eso es democracia», señaló Mulino, durante su conferencia de prensa semanal.
A juicio del presidente panameño, «poner a dedo» a los parlamentarios centroamericanos es «quitarles legitimidad» porque -consideró- suelen darse actos corruptos para obtener más escaños: «Siempre viene el juega vivo (expresión local para referirse al oportunismo) que trata de coger más curules».
La semana pasada, el Supremo panameño declaró «inconstitucional» algunas disposiciones del Código Electoral que regulaban la elecciones de los diputados al Parlamento Centroamericano, por lo que ahora los interesados a ser parlamentarios centroamericanos deben ser escogidos de manera directa en las elecciones generales de 2029.
Anteriormente, los 20 diputados panameños en el Parlacen eran seleccionados por medio de un sistema de proporcionalidad durante las elecciones generales a través de listas cerradas propuestas por cada uno de los partidos políticos (con su veintena de candidatos), lo que según analistas favorecía el «amiguismo».
El Parlacen, con sede en Guatemala, está compuesto por 120 diputados de El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana.
El Parlacen «ha quedado huérfano y al garete»
Mulino también criticó este organismo centroamericano al considerar que «ha quedado huérfano y al garete», tras alejarse de su propósito inicial de que las «fuerzas políticas comiencen a hablar» cuando la región atravesaba momentos convulsos con guerras internas y entre países.
«El propósito, que era emular al Parlamento Europeo en Centroamérica para poder tener diálogo político en la región. Creo que eso se desfiguró y no tiene en este momento valor estratégico para toma de decisiones. Además que las tomas de decisiones no son obligantes», enfatizó Mulino.
El Parlamento Centroamericano, de carácter no vinculante, se constituyó en octubre de 1991 como órgano político de representación democrática y política de los pueblos de la región.
El pasado 31 de julio, la Asamblea Legislativa de El Salvador, dominada por el partido oficialista Nuevas Ideas (NI), ratificó una reforma a la Constitución que elimina el reconocimiento de los diputados del Parlamento Centroamericano, como vía para abandonar este organismo, porque considera permite que funcionarios acusados de supuesta corrupción sean electos y adquieran inmunidad.
Panamá, durante el gobierno de Ricardo Martinelli (2009-2014), fracasó en su intento de salir del Parlacen, una medida que impulsó bajo el argumento de que era una institución inoperante.
La dificultad radica en que el Tratado Constitutivo del Parlacen no contempla una cláusula de denuncia o de retiro explícita, por lo que intentar este paso involucra dos vías, la diplomática y la del derecho internacional, ambas aplicadas por Panamá sin éxito.