Aranda de Duero (Burgos), 12 mar (EFE).- El Capiscol CF, equipo al que pertenecía el padre de un jugador y que agredió a un árbitro el pasado domingo en Aranda de Duero (Burgos), tendrá que abonar una multa de 1.500 euros y sufrirá el descenso de categoría, de Primera Provincial Cadetes a la inmediatamente inferior, al término de esta temporada.
El árbitro se encuentra ingresado en la UCI del Hospital Universitario de Burgos (HUBU) con la fractura de huesos del cráneo -esfenoides y occipital-, mandíbula y hombro.
El Comité de Competición y Disciplina Deportiva de la Delegación Territorial de la Real Federación de Castilla y León de Fútbol en Burgos ha acordado la imposición de estas sanciones tras abrir expediente de oficio ante la imposibilidad de contar con el acta arbitral.
La resolución, a la que ha tenido acceso la Agencia EFE, recoge en sus fundamentos jurídicos que el club ha de ser responsable de los actos de sus seguidores.
En concreto, entiende que “el Capiscol CF como entidad deportiva ha de velar no solo por la labor formativa y educativa de sus futbolistas, sino que además ha de actuar como garante del correcto desarrollo del encuentro, bien sea en sus futbolistas así como en sus aficionados” que en este caso tienen especial relevancia ya que, al tratarse de categorías de menores, suelen ser padres y familiares.
Asimismo, incide en que la agresión ocurre de forma sorpresiva y repentina con el único objeto de causar daño, “hechos inaceptables ya no solo en el fútbol formativo sino en nuestra sociedad”.
Por ello, entiende que un club no puede cerrar los ojos y dejar solo en manos de la justicia la resolución de estos hechos.
Por ello, desde el Comité de Disciplina se considera que para erradicar esta lacra de comportamientos se debe adoptar una postura modélica y adoptar un castigo “ejemplar, justo y aquilatado” que siente precedente frente a los violentos.
Además, subraya que el mundo del fútbol formativo sufre un perjuicio irreparable con este tipo de conductas, subrayando que los futbolistas de los dos equipos afectados van a quedar marcados de por vida por la gravísima agresión sufrida por el árbitro.
La sanción aún no es firme y cabe interponer contra ella un recurso ante el Comité de Apelación en un plazo de diez días.
Por otra parte, la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Aranda de Duero ha decretado la libertad provisional y sin fianza del detenido como supuesto autor de la agresión.
El hombre está siendo investigado por un delito de lesiones, tiene prohibido acudir y acceder a campos de fútbol y establecimientos deportivos con campo de fútbol, según recogen las medidas cautelares impuestas por el Juzgado y de las que ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
Tampoco puede aproximarse, a menos de 500 metros de los mismos, durante las dos horas anteriores y posteriores a eventos deportivos en los que participe su hijo o su equipo, el Capiscol CF.
Asimismo, también tiene prohibido aproximarse a este árbitro, su domicilio, su centro de trabajo o cualquier otro lugar frecuentado a menos de 500 metros y comunicarse con él por cualquier medio o procedimiento.
