Murcia, Valencia y Andalucía cierran filas con regantes contra nuevas reglas del trasvase

El presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats), Lucas Jiménez (4i); el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón (4d); el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras (3i); el presidente de los empresarios murcianos, Miguel López Abad; y el consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de Andalucía, Ramón Fernández-Pacheco, entre otros, posan durante el acto de protesta contra las nuevas reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura, convocado por el Scrats, este martes en la Cámara de Comercio de Murcia. EFE/Marcial Guillén

Murcia, 6 may (EFE).- Los presidentes de Murcia, Fernando López Miras, y la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, y el consejero de Agricultura de Andalucía, Ramón Fernández-Pacheco, han cerrado filas con los regantes del trasvase Tajo-Segura, a los que han ofrecido todos los recursos a su alcance para evitar que se aprueben las nuevas reglas de explotación propuestas por el Ministerio de Transición Ecológica.

Han participado este martes en un acto de protesta del Sindicato Central de Regantes de ese acueducto junto al presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España, Juan Valero, y los máximos representantes de la patronal valenciana, Joaquín Pérez, y murciana, Miguel López Abad.

Han proferido duras críticas contra esas nuevas reglas, contra las que presentarán alegaciones por modificar los niveles mínimos que deben tener los embalses de la cabecera del Tajo para enviar agua al Segura, de manera que los envíos se reducirán de media en torno a la mitad, según las estimaciones.

Miras ha cargado contra el cambio previsto en el plan del Tajo de 2023 por romper de manera unilateral el consenso de 2014 entre Castilla-La Mancha, Madrid, Extremadura, la Comunidad Valenciana, Andalucía y Murcia, que fijó reglas “transparentes, objetivas y ciertas” con seguridad para los regantes.

En su opinión, las nuevas “no tienen ningún sentido” hoy, cuando la reserva en cabecera está en máximos de la última década y no hay previsión de aprovechamiento de esas aguas por otras entidades de su cuenca.

Mazón ha dicho que en su región se reutiliza el 40 % de toda el agua que recupera España, el 10 % solo en Alicante, tras lo que se ha preguntado si se ha invertido en obras de mejora de aprovechamiento y gestión del agua en la cuenca cedente el dinero que paga la receptora por ese recurso.

Fernández-Pacheco cree que esas nuevas reglas harán peligrar “la soberanía alimentaria” de España, puesto que impedirán que se puedan seguir cultivando unas 24.000 hectáreas de regadíos en el Levante, donde el agua “no solo sirve para beber, sino fundamentalmente para comer”.

Valero ha recordado que los planes hidrológicos establecen como prioridad por encima de los trasvases la atención de las necesidades de la cuenca cedente, ninguna de las cuales ha quedado pendiente por el desembalse, ya que el 90 % de los regadíos del Tajo se abastecen de sus afluentes, no del cauce de ese río.

Ha criticado los caudales ecológicos del Tajo a su paso por Aranjuez (Madrid), pues si se aplicaran a otras zonas del río, sus propios regantes tendrían problemas de abastecimiento.