Madrid, 10 jul (EFE).- Parece que el destino no quisiera, salvo excepciones, una edición tranquila de Mad Cool. La de 2025, con Muse, Gracie Abrams e Iggy Pop en su apertura, no ha escapado a la norma a causa de un problema con la corriente eléctrica aunque, de fondo, se haya evidenciado otro tipo de desconexión del festival.

«¡Me gustaría hacer por lo menos ‘Close To You’ y saltar con vosotros, crucemos los dedos!», pedía la estadounidense Gracie Abrams, la gran damnificada de un apagón que a mitad de concierto ha dejado su escenario sin sonido, luz ni pantallas. Nada, súbitamente, cuando cantaba ‘Mess It Up’.
El suyo era el primer gran «show» de la jornada tras las melodías de soul complaciente de Leon Bridges para ir calentando motores, y suyas eran las seguidoras más ávidas, las que hacían cola antes de la apertura de puertas a 34 grados al sol y las que se han quedado sin medio concierto.
Esa vibración, con un fuerte componente femenino que contribuía a renovar el tipo medio de asistente de Mad Cool, se ha percibido desde la apertura con ‘Risk’, a la que pronto ha seguido otro de sus éxitos, ‘I Love You, Im Sorry’, muy coreado.
«Sois un público con una energía increíble y muy distintiva», les reconocía cuando todo iba como la seda, de negro y con gafas de sol como protección contra el sol de tarde, la que es la cantautora heredera del influjo de Taylor Swift además de la fortuna del guionista, productor y guionista JJ Abrams, su padre.
El sobrecalentamiento de un generador ha sido, según la organización, la causa de que todo se viniera abajo. Aún así Abrams ha permanecido los 20 minutos de silencio eléctrico sobre las tablas, cerca de sus seguidores, amenizándoles la espera con su guitarra acústica y cantando a viva voz, un gesto loable que se ha visto premiado al final al menos con el cierre previsto con ‘Close To You».
Todo parecía resuelto para que Iggy Pop diera entonces el salto al escenario gemelo y, de hecho, el veterano músico ha salido a escena junto a su banda y no ha tardado ni medio segundo en despojarse del chaleco para exhibir torso. Han tenido sin embargo que trascurrir otros 20 minutos hasta que el espectáculo ha podido comenzar.
«Debido a las altas temperaturas, se ha producido una incidencia técnica que ha afectado temporalmente a parte del equipo entre dos escenarios», han precisado a EFE los responsables ante la persistente incidencia, que el público se ha tomado con humor, subrayando que, paradójicamente, el Iberdrola Music en el que se celebra Mad Cool lleva el nombre de una de las grandes eléctricas.
Una vez resuelto, no ha vuelto a haber problemas y el artista conocido como La Iguana ha podido despachar su repertorio desde la inicial ‘T.V. Eye’, pasando por otros temas de The Stooges como ‘Raw Power’ o ‘I Wanna Be A Dog’, también su famoso ‘The Passenger’, recibido con júbilo.
El sonido, acompañado de una joven banda, ha sido poderoso. Otra cosa, y ha sido comentario general, ha sido su desinhida y orgullosa exhibición de físico a los 78 años de edad, aunque este ya no es ni de lejos la forma fibrada que mantenía hasta hace unos años, un debate que conviene no olvidar sobre todo cuando Madonna, con solo 66, ha sufrido todo tipo de ataques.
La reaparición de Iggy Pop en Mad Cool tras su aplaudida actuación de 2019 ha servido a la vez para dar cuerpo a cierta sensación de «deja vu» constante en los escenarios principales cuando el festival solo lleva ocho ediciones y empieza apenas a asomarse a su madurez: Leon Bridges tripitía, como también lo habrían hecho Kings of Leon de no haber sido forzosamente sustituidos por baja médica.
Los propios Muse que han ocupado su lugar volvían tras su paso por la edición de 2022, de forma que solo los igualmente veteranos Weezer, encargados de cerrar la jornada, y Gracie Abrams se asomaban por primera vez al festival, esta la única con canciones que han sonado el último año, no como vestigio de tiempos mejores.
Todo sea dicho: ha sido un año duro para fichar y el propio público de Mad Cool votó en masa en 2024 para volver a ver en 2025 a grupos legendarios que acaban de pasar por aquí, como Red Hot Chili Peppers o Metallica, según contaban a EFE fuentes del festival.
Y también ha de quedar constancia de que, aunque un bloque considerable de gente abandonara el recinto durante el concierto de Muse, el suyo ha sido de largo la justificación necesaria de esta jornada, con la mayor asistencia pegada a su escenario de las algo más de 49.000 personas que la han visitado.
En retorno, y salvo por el arranque con su reciente nuevo sencillo, ‘Unravelling’, Matt Bellamy y compañía han ofrecido un agradecido repertorio plagado de grandes éxitos, muy vistoso en lo escénico con una quincena de pequeñas pantallas oscilantes y, sobre todo, ese toque de guitarras lacerantes e hiperelectrificado que le ha dado a Mad Cool toda la potencia que le ha fallado al principio.
Javier Herrero.