Almería, 15 ago (EFE).- La primera cría de tortuga común o boba (Caretta caretta) ha salido a la superficie del nido instalado en la playa de la Rumina, en Mojácar (Almería), 55 días después de que una hembra depositara allí 99 huevos el pasado 22 de junio, ha informado la Junta de Andalucía.

El nacimiento se produjo en la noche de este viernes, tras detectarse en días previos el hundimiento característico de la arena que anuncia la eclosión.

En aquel momento, y siguiendo el protocolo de atención en cuestiones de anidación de tortugas marinas que coordina a distintas administraciones, los técnicos de la Junta y del Ministerio para la Transición Ecológica reubicaron el nido en un punto próximo para minimizar el riesgo de que los temporales afectasen a la puesta.
Veinte de los huevos fueron trasladados a las instalaciones del Oasys Minihollywood de Tabernas (Almería) como medida preventiva, mientras que los otros 79 quedaron reubicados en la misma playa, protegidos físicamente contra depredadores y con control de temperatura. Su vigilancia ha corrido a cargo de Agentes de Medio Ambiente, personal del ministerio, Policía Local de Mojácar y voluntarios de la asociación SERBAL.
“Anteayer observamos el pequeño cráter que indica que los neonatos están próximos a emerger”, ha explicado Fernando Sanz, técnico de litoral y medio marino de la Delegación de Sostenibilidad y especialista en anidamiento de tortugas marinas.
Las crías se trasladarán al Centro de Gestión del Medio Marino Andaluz, en Algeciras, para someterse a un programa de ‘headstarting’, que consiste en mantenerlas durante un año hasta que alcancen unos 700 gramos de peso y su caparazón se endurezca, lo que aumenta su supervivencia frente a depredadores, ha indicado Adolfo Moreno, técnico del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar.
El delegado de Sostenibilidad de la Junta en Almería, Manuel de la Torre, ha agradecido la implicación de todos los participantes, “desde el trabajador municipal que detectó la puesta hasta los voluntarios que han vigilado el nido día y noche, pasando por la Policía Local, el personal técnico y los agentes medioambientales”.
Ha subrayado la “colaboración ejemplar” entre el ministerio, la Junta, el ayuntamiento y la Sociedad para el Estudio y la Recuperación de la Biodiversidad Almeriense (SERBAL), que organizó turnos de más de 30 voluntarios para cubrir las 24 horas de vigilancia en la fase final de incubación.
No es la primera vez que SERBAL participa en una protección similar: en 2021 ya vigiló otro nido en Mojácar, labor que le valió en 2024 el Premio Andalucía de Medio Ambiente.
En Almería se han documentado en los últimos años puestas en Vera (2001), Pulpí (2015) y Mojácar (2021 y 2023), así como intentos fallidos en Agua Amarga (2014), Cuevas del Almanzora (2016) y Mojácar (2024).
El anidamiento en playas españolas es cada vez más frecuente, fenómeno que los expertos relacionan con un posible desplazamiento de las áreas de puesta debido al aumento de la temperatura del Mediterráneo por el cambio climático y a una mayor vigilancia e implicación ciudadana.