Netanyahu sube en las encuestas de intención de voto tras la guerra con Irán

Foto de archivo del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. EFE/EPA/JACK GUEZ / POOL

Jerusalén, 26 jun (EFE).- El partido Likud del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aumentó su popularidad tras la guerra con Irán, según una encuesta publicada a última hora del miércoles por la cadena pública israelí Kan, aunque más de la mitad de los ciudadanos consultados considera que el jefe del Gobierno debería dejar la política una vez concluidos los conflictos en la región.

La encuesta se realizó el 25 de junio, un día después de entrar en vigor el alto el fuego con Teherán anunciado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El sondeo muestra que el Likud obtendría 31 escaños en el Parlamento israelí (la Knéset) si se celebraran elecciones hoy, frente a los 23 que le daba la última encuesta de la cadena, elaborada antes de la guerra, lo que lo convierte en el partido más fuerte del país en este momento (aunque perdería un escaño respecto a los que tiene en la actualidad).

El segundo partido con más respaldo sería Israel Beitenu, del político nacionalista Avigdor Liberman, que obtendría 15 escaños, dos menos que en el sondeo anterior (en la actualidad tiene seis escaños), mientras que el centrista Yesh Atid, liderado por el ex primer ministro Yair Lapid, subiría a 14 escaños desde los 12 previos (su partido cuenta actualmente con 23).

Otros partidos de la oposición, como el socialdemócrata Los Demócratas o el nacionalista Unidad Nacional obtendrían 11 y 13 escaños respectivamente, perdiendo ambos dos asientos en el Parlamento respecto a las encuestas previas.

Poder Judío, del ministro ultraderechista Itamar Ben Gvir, se mantendría en 7 escaños. Sionismo religioso, del también extremista y titular del Ministerio de Finanzas, Bezalel Smotrich, no conseguiría suficientes votos como para conseguir un solo escaño.

En total, Kan estima que la coalición de Gobierno actual conseguiría 56 escaños, frente a los 53 en cálculos anteriores. En la actualidad la alianza gobernante tiene unos 67 escaños de los 120 con los que cuenta la Knéset, por lo que de convocarse elecciones anticipadas el actual Ejecutivo estaría en riesgo, según la encuesta.

Pese a la mejora de Netanyahu en intención de voto, un 52 % de los encuestados apoya o apoya firmemente que se retire de la vida política una vez termine la guerra en Gaza, frente a un 24 % que se declara neutral y otro 24 % que se opone a su dimisión.

Relación con Irán

La encuesta de Kan también ponderó el miedo de los israelíes a Irán tras el conflicto, que concluyó este martes. El 52 % dice temer a la república islámica.

Sobre el éxito de la operación, ante la pregunta «¿Cree que Israel y Estados Unidos han dañado significativamente las capacidades nucleares de Irán?» el 48 % respondió afirmativamente, y el 30 % en negativo.

Por otro lado, un 40 % de la población considera que el alto el fuego con Irán no será duradero, frente al 30 % que sí lo cree (y un 26 % que dice no saberlo).

El 45 % cree correcto haber puesto fin a la guerra, mientras que un 40 % no está de acuerdo con ello.

En este contexto, un 62 % apoya también poner fin directamente a la guerra con Gaza, frente a un 22 % que aboga por continuarla.

Netanyahu, que ha estado en el poder durante más de 15 años de forma no consecutiva y enfrenta varios juicios por corrupción, sigue siendo una figura controvertida en la política israelí.

Su Gobierno ha sido duramente criticado tanto por su gestión del conflicto con los palestinos como por el intento de reforma judicial que desató masivas protestas en el país desde 2023.

A pesar de estas críticas, la reciente guerra con Irán parece haber fortalecido temporalmente su imagen pública y generado un cierre de filas parcial entre sus simpatizantes.

El conflicto comenzó el pasado 13 de junio, cuando Israel lanzó un ataque sobre instalaciones militares y nucleares en territorio iraní, lo que desencadenó casi dos semanas de intercambio de misiles y drones entre ambos países.

Según datos oficiales, la guerra dejó un saldo de al menos 28 muertos civiles en Israel y más de 600 en Irán, y concluyó con un alto el fuego mediado por Estados Unidos que entró en vigor el pasado martes.