Naciones Unidas, 29 sep (EFE).- El ministro nicaragüense de Relaciones Exteriores, Denis Moncada Colindres, reafirmó este lunes su apoyo al pueblo palestino, condenó al Estado de Israel, y denunció las «horrorosas y odiosas» sanciones económicas de Estados Unidos y sus «terribles políticas migratorias».
«Reiteramos nuestra histórica y permanente condena al genocidio, a la bárbara política de negación del pueblo palestino», dijo el canciller nicaragüense durante su intervención en el 80 período de sesiones de la Asamblea General de la ONU.
«Condenamos todas las salvajes, brutales, masacres que se perpetúan, que se extienden, a vista y paciencia de todo el mundo», continuó.
Moncada Colindres, un general en retiro, sostuvo que el Gobierno de Nicaragua condena «al Estado de Israel, así como hemos condenado y condenamos las políticas y prácticas de las potencias coloniales, imperiales, neocoloniales y fascistas».
«Condenamos, por tanto, el exilio del bien, y todos los ataques a la vida, las libertades, la convivencia y la civilización que creíamos haber construido», agregó.
Nicaragua, gobernada por los esposos y copresidentes, Daniel Ortega y Rosario Murillo, y aliado histórico de Palestina, acusa al Gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de genocidio desde el inicio de los ataques de Israel en Gaza, en octubre de 2023.
«Horrorosas» sanciones
El titular nicaragüense de Relaciones Exteriores también denunció y condenó en la ONU «como pueblos agraviados por la discriminación xenófoba y la barbarie, la brutalidad y la falta completa de compasión con la que hemos sido y somos tratados en países cuya riqueza está construida sobre el expolio y el saqueo de las nuestras».
«Denunciamos y condenamos, junto a todos los pueblos del mundo, las horrorosas, odiosas y execrables políticas de criminal bloqueo económico, agresiones con medidas coercitivas, arbitrarias, unilaterales», anotó el canciller nicaragüense.
También denunció y condenó «las terribles políticas migratorias, que desconocen el derecho humano, que violan los derechos humanos y que son reflejo y espejo del egoísmo y el desprecio de quienes se creen dueños del mundo».
«Aquí denunciamos y condenamos, nuevamente, todos los atropellos salvajes, atroces, incomprensibles a estas alturas de la vida, que las potencias imperialistas despliegan con sus políticas económicas, culturales y comerciales, pretendiendo continuar dominándonos, e intentando burdamente intimidarnos con sus estúpidos armamentos y aparatosos aparatajes militares, dirigidos contra la paz, en Asia, África y nuestra América Latina-Caribeña», añadió.
Asimismo, el jefe de la diplomacia nicaragüense denunció «las políticas inhumanas contra cada uno de nosotros, en todos los campos», así como «los imperdonables e injustificables insultos y amenazas, ese inaceptable terrorismo de Estado, esos crímenes de lesa humanidad que sin ninguna vergüenza se exhiben, como derecho superior de los imperialistas de la tierra».
«Denunciamos y condenamos todas las insultantes y vulgares agresiones, atrevimientos verbales, políticos, económicos, comerciales y guerreristas, que constituyen también delitos de lesa humanidad, crímenes contra la seguridad, la tranquilidad, la justicia y la paz», señaló.
Por otro lado, Nicaragua ratificó en la ONU su «plena e inequívoca solidaridad y hermandad con Cuba y Venezuela», y denunció y condenó «la inseguridad ciudadana y humana, el uso ilícito de pretextos inverosímiles y acusaciones falaces, falsas y estrafalarias, que solo son más injerencia, amenazas de más invasiones y ocupaciones».
«Denunciamos y condenamos las absurdas manipulaciones con acusaciones disparatadas, descabelladas, desde el pretexto del narcotráfico, que es plaga y comercio de los países ricos, donde habitan millones de consumidores, esos países potencias que alientan a los empobrecidos, a más producción y comercio de sustancias, traficando miserias», indicó.