Caracas, 27 jul (EFE).- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, calificó este domingo de «bipolar» la política exterior de Estados Unidos, por lo que dijo que es difícil anticipar un mayor acercamiento con Washington tras un canje inédito de presos acordado por ambos países y la concesión de una licencia para el regreso de la petrolera Chevron a la nación suramericana.
«Frente a una política bipolar, hay que actuar como actuamos nosotros, con la diplomacia bolivariana de paz, con serenidad, nervios de acero y trabajar en lo que creemos, porque nosotros no tenemos que depender de nadie», señaló el mandatario tras votar en Caracas en las elecciones municipales.
Maduro sostuvo que en la actualidad Venezuela no «depende de nada ni nadie».
«No estamos pendientes de lo que dice el norte para decir nosotros algo, eso sí es triste. A mí me da mucha tristeza y vergüenza ajena, la ultraderecha extremista de Venezuela y la ultraderecha, por ejemplo (Javier) Milei o (Daniel) Noboa o (Nayib) Bukele (…) ellos primero ven para el norte», añadió.
El mandatario venezolano pidió a los ciudadanos no esperar nada de otros países y seguir «siendo felices».
«No se amargue la vida nadie con ese imperio decadente, y sigamos nosotros adelante (…) construyendo nuestra democracia popular del pueblo, para el pueblo y por el pueblo, construyendo nuestra democracia directa», apostilló.
Este domingo, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, reiteró su apoyo «inquebrantable a la restauración del orden democrático» en Venezuela, un día antes del primer aniversario de la controvertida segunda reelección de Maduro, y lo vinculó de nuevo con el Cartel de los Soles, organización que declaró como grupo terrorista.
«Estados Unidos se mantiene firme en su apoyo inquebrantable a la restauración del orden democrático y la Justicia en Venezuela. Maduro no es el presidente de Venezuela y su régimen no es el Gobierno legítimo», afirmó el secretario de Estado, Marco Rubio, en un comunicado.
Rubio señaló, además, que «durante años» Maduro y sus «compinches» han manipulado el sistema electoral de Venezuela para «mantener su control ilegítimo del poder».
Pese a esto, Maduro confirmó el jueves que la petrolera estadounidense Chevron recibió una licencia para seguir operando en el país suramericano, tras una suspensión a finales de mayo.
El mandatario venezolano adelantó que hay mesas de trabajo para que Chevron se reincorpore a sus funciones.
Este lunes se cumple el primer aniversario de la segunda reelección de Maduro, que fue proclamada por el Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por funcionarios afines al chavismo, un resultado considerado «fraudulento» por la opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD), que reclama el triunfo de Edmundo González Urrutia, en el exilio en España desde hace más de 10 meses.