Roma, 13 mar (EFE).- El terremoto de magnitud 4,4 que sacudió anoche la periferia de la ciudad italiana de Nápoles (sur), con epicentro en la caldera volcánica de los Campos Flégreos, es uno de los mayores registrado en los últimos años, porque “el suelo se está elevando”, y se esperan nuevas sacudidas, pero no hay señales de erupción.

“En los últimos días el levantamiento ha pasado de un centímetro a tres centímetros por mes y esto ha creado un resurgimiento de la sismicidad”, pero “por el momento no hay ascenso de magma”, aseguró el presidente del Instituto Nacional de Geofisica y Vulcanología (INGV) de Italia, Carlo Doglioni, en declaraciones a la televisión pública RAI.

El terremoto, registrado a la 1.25 hora local (00.25 GMT) y a una profundidad de 2 kilómetros, no causó daños de consideración, pero provocó el pánico entre la población: en Nápoles y localidades cercanas muchas personas abandonaron sus casas como medida de precaución y salieron a las calles en medio de la noche.
El epicentro se localizó entre Pozzuoli y Bagnoli, en los Campos Flégreos, una zona volcánica donde se registran frecuentemente terremotos debido al fenómeno del ‘bradisismo’, que aumenta el nivel del suelo en función del gas y magma acumulado en las profundidades. Y se esperan nuevas réplicas.
“Mientras continúe esta elevación, seguiremos teniendo terremotos. Evidentemente, esta sismicidad está ligada a la actividad del volcán, por lo que también existe, por supuesto, una importante desgasificación a tener en cuenta. Pero también debemos considerar que en el pasado estas tasas de levantamiento fueron mucho más elevadas”, dijo Doglioni.
Señaló como ejemplo que “en 1983-1984, la velocidad llegó a ser de 9 centímetros al mes, mientras que ahora se está en torno a los tres centímetros al mes” y que por el momento “no hay ascenso de magma, que es algo que tenemos que tener en cuenta como posible evolución en el futuro, pero de momento no hay pruebas».
En el pasado ha habido “muchos eventos de bradisismo sin evolucionar hacia una erupción. La última fue en 1538, cuando el suelo se elevó unos 14 metros, por lo que estamos hablando de una situación muy diferente”.
En cualquier caso, “está claro que estamos ante un volcán activo y hay que tener en cuenta todas las consecuencias”, aseguró Doglioni, que citó, además de los riesgos sísmicos y de erupción, el geoquímico “debido a la liberación de Co2, que al ser más pesado que el aire, especialmente en los sótanos, puede causar problemas”.
El único daño importante reportado fue en Pozzuoli, donde los bomberos intervinieron después de que se derrumbara el techo de una casa y rescataron a una persona, que resultó levemente herida.
En Bagnoli, algunos cascotes de varias casas cayeron a la calle sobre los coches aparcados, pero sin causar heridos y algunas personas quedaron atrapadas en una casa después de que las puertas de entrada no se abrieran debido al terremoto: algunos residentes de los pisos inferiores lograron salir por las ventanas, mientras que los demás tuvieron que ser rescatados por los bomberos.
Hoy estarán cerrados los colegios en la zona para evaluar posibles daños estructurales y también el alcalde de Nápoles Gaetano Manfredi firmó una ordenanza para cerrar las escuelas del décimo municipio de Bagnoli-Fuorigrotta.
El pasado 20 de mayo de 2024 también se produjo un sismo de magnitud 4.4 , el más fuerte en los últimos 40 años.