Pamplona, 12 ago (EFE).- Osasuna inicia la nueva temporada con Alessio Lisci como entrenador de un proyecto con altas expectativas y que volverá a intentar colarse en Europa, objetivo del que se quedó a tan solo un gol el año pasado.
Vida nueva en Pamplona. La no continuidad de Vicente Moreno abrió la puerta del banquillo rojillo. El inquilino elegido fue el italiano Alessio Lisci, quien a sus 39 años vivirá su primera experiencia de pleno en la máxima categoría. Tras un breve paso por el Levante, el preparador fichó por el Mirandés para dejarlo a las puertas de la gloria, cayendo en la final del ascenso a Primera ante el Oviedo.
Las referencias del técnico romano son muy positivas, tanto en el terreno deportivo como en el campo humano, combinación indispensable para dirigir a Osasuna, tal y como siempre se remarca desde la dirección deportiva. Fútbol fresco, con buen trato con el balón y presión alta.
En el apartado de fichajes, Braulio Vázquez se anticipó y firmó a Valentín Rosier, libre procedente del Leganés, mientras que el club sacó la cartera para hacerse con el 50 por ciento de Víctor Muñoz para reforzar la posición de extremo, tras el final de la cesión de Bryan Zaragoza.
Todavía resta bastante tiempo de mercado, lo que abre la posibilidad de la llegada de nuevos futbolistas. Un atacante y un defensa parecen ser las posiciones a reforzar.
La calma que se vive este agosto en Tajonar vino precedida de uno de los culebrones del verano. Los rumores de salida de Jesús Areso se hicieron realidad con el pago de su cláusula de 12 millones por parte del Athletic Club, dinero que no todo será invertido.
Como piezas importantes, Aimar Oroz, Lucas Torró o Moncayola seguirán siendo vitales para la buena deriva del equipo. Ante Budimir será la referencia en ataque tras los 21 goles anotados el pasado curso. A sus 34 años ha alcanzado la madurez deportiva a un año del próximo Mundial, el cual podría ser el último que dispute con Croacia.
La capitanía recaerá sobre Kike Barja. El adiós de Unai García deja en solitario al atacante de Noáin, con otros como Sergio Herrera, Moncayola o Rubén García esperando su turno.
Con tres derrotas, dos empates y una victoria, Osasuna se ha ido acercando a la versión por la que trabaja Lisci.
Todo listo para la cuadragésimo quinta campaña del equipo en Primera División con ilusiones renovadas, dentro del notable momento deportivo que lleva desde hace ya varios años.