Roger Mateos
Barcelona, 24 jun (EFE).- Dejar atrás los años políticamente convulsos del ‘procés’ era uno de los objetivos que se marcó Salvador Illa al tomar el mando de la Generalitat hace diez meses y medio. La imagen de los reyes en Montserrat este lunes es representativa de lo que los socialistas llaman retorno a la «normalidad institucional»; una «normalidad» que tanto independentistas como PP y Vox niegan.
Estos han sido los pasos que ha ido dando para simbolizar que Cataluña, como le gusta afirmar, ha «pasado página» del ‘procés’.
De la rojigualda en el despacho al «Cataluña ha vuelto»
El 23 de agosto de 2024, quince días después de ser investido president, Illa recibió en su despacho al alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, flanqueado por tres banderas: la ‘senyera’, la europea y, como novedad, también la española, en un primer gesto para marcar distancias con sus predecesores independentistas.
Más allá de simbolismos, para certificar que la agenda del ‘procés’ es cosa del pasado, Illa hace hincapié en que su prioridad pasa por la gestión del día a día, lo que da pie a Junts a acusarlo de «desnacionalizar» Cataluña y convertir la Generalitat en una mera gestoría.
Sus pactos de investidura con Comuns -que hacen énfasis en las políticas de vivienda- le ayudan a centrar el foco en cuestiones sociales, mientras que sus acuerdos con ERC, aunque responden a reivindicaciones soberanistas -como la «financiación singular» o el traspaso de Rodalies- aparcan el debate sobre la autodeterminación.
Illa pone el acento en recuperar el «liderazgo» económico catalán, y así lo ha pregonado tanto en conferencias en Madrid y Bruselas como en encuentros con presidentes autonómicos, a quienes repite un mismo mensaje para subrayar que el ‘procés’ se ha terminado: «Cataluña ha vuelto».
Bienvenida institucional al rey
El vuelco más ilustrativo en la relación con las instituciones del Estado es el cambio de actitud hacia el rey, con quien Illa se reunió una vez investido, rompiendo así el veto que durante nueve años los presidentes independentistas impusieron a Felipe VI.
La visita de Felipe VI y la reina Letizia al Monasterio de Montserrat, símbolo del nacionalismo catalán, ha sido el colofón de este retorno a la «normalidad institucional» que Illa busca con la Casa Real, facilitado por la desmovilización independentista: lejos de las grandes concentraciones que la ANC conseguía organizar años atrás para protestar contra el rey, este lunes solo unas decenas de personas subieron a denunciar su presencia en Montserrat.
Además de acompañar al rey en sus visitas a Cataluña, Illa acudió a las celebraciones del pasado 12 de octubre en Madrid -después de 14 años sin asistencia de un presidente catalán- y el 6 de junio ejerció de anfitrión en la Conferencia de Presidentes, celebrada por primera vez en Barcelona.
El reproche independentista: «exilio» no es «normalidad»
Desde el flanco independentista, las cosas se ven distintas: «No hay normalidad mientras los 135 diputados del Parlamento de Cataluña no puedan estar aquí», dijo este lunes el presidente de la cámara catalana, Josep Rull, que lamentó que mientras el expresident Carles Puigdemont y el exconseller Lluís Puig -ambos diputados de Junts- siguen en el «exilio», Felipe VI pueda asistir a un acto en Montserrat.
También ERC se niega a hablar de normalidad, no solo por los «exiliados» sino también porque el Govern de Illa ha sido incapaz de aprobar unos presupuestos, aunque lo ha maquillado con la aprobación de tres suplementos de crédito.
PP y Vox acusan a Illa de dar oxígeno al ‘procés’
Por razones diametralmente opuestas, tampoco el PP considera restablecida la «normalidad» en Cataluña, ya que -según insiste en denunciar Alejandro Fernández desde su escaño en el Parlament- Pedro Sánchez y Salvador Illa siguen dando oxígeno a las reivindicaciones del ‘procés’ porque están a merced de Junts y ERC.
Eso mismo opina el líder de Vox en el Parlament, Ignacio Garriga, que este lunes se hizo eco del forcejeo entre manifestantes de la ANC y agentes de los Mossos d’Esquadra: «En estas condiciones tiene que visitar Montserrat su majestad Felipe VI. La única normalidad que ha traído la infame amnistía de Sánchez e Illa es entre socialistas y separatistas para repartirse privilegios, comisiones y sillones».