Barcelona, 26 jun. (EFE).- El Museo Diocesano de Barcelona acoge desde este jueves la exposición ‘Expresionismo alemán. Obras del Museumberg Flensburg’, una selección representativa de obras vinculadas al grupo Brücke que muestran su relación con la religión.
La muestra, que se podrá visitar hasta el 5 de octubre, incluye obras de artistas como Ludwig Kirchner, Emil Nolde, Karl Schmidt-Rottluff, Max Beckmann, Max Pechstein u Oskar Kokoschka, en un recorrido que permite conocer la dimensión de un movimiento que transformó el arte europeo a comienzos del siglo XX.
Obras como ‘Madonna Ostende’, ‘Papa’ o ‘Piedad’ revelan la carga espiritual y emocional que recorre la propuesta, y muestran cómo el expresionismo canalizó una intensa búsqueda interior a través del arte.
La comisaria de la exposición y subdirectora del Museumsberg Flensburg, Madeleine Städtler, ha explicado en rueda de prensa que la muestra pretende “conectar el mundo de la religión con el expresionismo alemán”, con nombres “reconocidos por todo el mundo”.
Además, ha asegurado la importancia de que la exposición se encuentre al lado de la Catedral de Barcelona, hecho que refuerza la conexión entre expresionismo, religión y espiritualismo.
Así, la ola muestra, producida por c2c Cultura, ofrece 43 obras gráficas junto a dos óleos de Erich Heckel que permiten contemplar la evolución plástica del artista.
Las obras, que forman parte de la colección del Museumsberg Flensburg, llegaron a él como donación, en 2024, de la colección personal del actor y presentador Rüdiger Wolff a su ciudad natal, Flensburgo; mientras que la ‘Madonna de Ostende’ fue una donación de los descendientes de Siddi Heckel a esta pinacoteca alemana.
El museo alemán mantiene un vínculo histórico con los artistas del grupo Brücke desde principios del siglo XX, cuando acogió sus obras por primera vez, y esta relación se ha mantenido hasta hoy a través de adquisiciones, donaciones y proyectos curatoriales que hoy tienen continuidad en el Museo Diocesano.
El nacimiento del expresionismo alemán
A comienzos del siglo XX, un grupo de artistas alemanes rompió con las convenciones académicas para explorar un lenguaje nuevo, más libre, más directo y emocional, y así fue como nació el expresionismo, un movimiento que buscaba representar no tanto la apariencia de las cosas, sino su intensidad interior.
En este contexto, el grupo Brücke se convirtió en uno de sus núcleos fundamentales: creado en 1905; su primera exposición fue en el Flensburg y en aquel momento nadie podía imaginar que aquel grupo de artistas desconocidos se convertiría en uno de los precursores de la modernidad clásica y del expresionismo.