Barcelona, 28 sep (EFE).- El defensa de la Real Sociedad Álvaro Odriozola, que este domingo volvió a jugar un partido oficial casi ocho meses después en la derrota de su equipo frente al Barcelona (2-1), ha confesado que ha «estado en el infierno» en los últimos meses tras vivir «una etapa muy dura».
«Siento mucho orgullo. Vengo de una etapa muy dura. Lo he pasado muy mal porque no he podido ayudar al equipo de mi vida. Soy muy duro conmigo mismo. No he podido defender el escudo todo lo que hubiera querido. No sé la razón. Me he cuidado, pero el cuerpo no me ha respondido, no ha estado con mi cabeza», ha explicado el jugador en declaraciones a Movistar+.
Odriozola, autor del único gol de la Real Sociedad, ha desvelado que hace un mes vivió «un punto de inflexión». «Estuve a punto de salir del club, quería jugar volver a ser yo. He estado en el infierno, con tanta lesión no me salía una. Se sufre mucho. Soy un privilegiado de poder estar en el club de mi vida. Estoy orgulloso de haberlo dado todo y de no haber dejado entrenar», ha añadido.
El defensa ha dedicado el gol a su familia, en especial a sus dos hijas, y, visiblemente emocionado, ha confesado que su «sueño» es que ellas le vean «correr en Anoeta». «No sé si voy a volver a jugar, pero el miércoles entrenaré y me dejaré todo cada día en Zubieta para entregar todo por mi escudo», ha agregado.
Sobre el partido, ha valorado que los jugadores de la Real se sienten «apenados por la derrota, pero orgullosos del trabajo», y ha opinado que el saque de esquina que ha posibilitado el gol del empate de Jules Kounde ha sido «un error manifiesto» del árbitro. Con todo, ha concluido que «las sensaciones del equipo son mucho mejores» que en los primeros partidos del curso.