Oliver Laxe: “Hemos subido cuatro ligas de repente”

El director español nacido en Francia Oliver Laxe posa con el Premio del Jurado conseguido en la 78 edición del Festival de Cannes por la película 'Sirat'. EFE/EPA/GUILLAUME HORCAJUELO

Cannes (Francia), 24 may (EFE).- El director español Oliver Laxe, Premio del Jurado en el Festival de Cannes por ‘Sirat’, aseguró que haber ganado este galardón (exaequo con la alemana ‘Sound of Falling’, de Mascha Schilinski) es “una locura” y está “muy feliz”, en declaraciones a la prensa española tras recoger el galardón.

“Hemos subido cuatro ligas de repente”, explicó al ser consultado sobre su participación en Cannes y cómo eso ha llevado a la compra de la película por parte de la distribuidora estadounidense Neon, cuya cartera de títulos incluye apuestas tan oscarizadas como ‘Parasite’ o ‘Anora’.

Acudió a la gala “ya muy feliz”, dijo, tratando de no proyectar expectativas de ganar la Palma de Oro y “consciente” de que estar en el festival “y encima ganar un premio” era ya una gran recompensa.

“Ya cuando te llaman y te dicen que vas a recibir un premio, ya está, es la gloria”, contó.

Afirmó que durante este festival, en el que ‘Sirat’ sonó en todo momento muy arriba en las quinielas, hubo dos momentos que le marcaron.

El primero fue el encuentro “con la cinefilia internacional” y la reacción a la película, que recibió una “avalancha de halagos”, aunque él y su equipo ya sabían que venían con un “trabajo serio, fuerte”.

“Hay algo en las imágenes que hemos conseguido -reflexionó- que remueven al espectador. Estamos en un país supercartesiano, Francia, y no eran capaces de analizar la peli. Decían que era como ‘guau, lo que me ha pasado, y es lo que queríamos”.

El segundo momento fue precisamente “hablando con los distribuidores americanos de Neon, que han hecho una oferta increíble” y eso demuestra “confianza en la película”.

“De repente hablaban de los Oscar, que sinceramente es un sitio en el que nunca me he proyectado”, confesó, aunque de adolescente tampoco se imaginaba en Cannes y esta es ya su segunda participación, tras ‘O que arde’ en 2019, que fue Premio del Jurado de la sección Una cierta mirada.

En cualquier caso, “la clave ha sido siempre, para mí, tirarme al abismo”, dijo el realizador de 43 años, nacido en París.

Laxe sostuvo que este premio “equivale a más libertad” y a “legitimar el trabajo” que está haciendo.

También destacó la importancia de que la película, que cuenta la historia de un padre que se lanza a una búsqueda desesperada de su hija por ‘raves’ del desierto de Marruecos, conecte con un público joven.

“Yo he diseñado esta peli -expresó- también pensado en llegar a ese público joven que no tiene referentes, que hace tiempo que ya no va al cine, que es probable que no entienda mi peli. Pero sinceramente, ojalá que las imágenes hagan un efecto en ellos y les haga volver al cine”.

Y es que él asegura que no tuvo muchos referentes de adolescente, pero el arte fue “ese fueguecito” en el que calentaba sus manos y en el que encontró alivio.

“Me ayudó mucho a tener menos miedo, a conocerme mejor y a ser una persona más emancipada”, completó.

Destacó, además, que el palmarés coronado por la Palma de Oro al iraní Jafar Panahi y su película ‘Un simple accident’ demuestra que el cine “sigue siendo un lugar de resistencia”.