ONG ecologistas piden apostar por energías renovables para garantizar energía resiliente

Vista de la céntrica calle Larios de Málaga, una de las más reconocidas de España, a oscuras durante la noche del lunes durante el apagón eléctrico. EFE/ Enrique Bermúdez

Madrid, 29 abr (EFE).- Las organizaciones ecologistas aseguran que las energías renovables son la “mejor herramienta” para “garantizar” el suministro de energía sostenible y resiliente y que existen soluciones suficientes para alcanzar una red eléctrica 100 % renovable, cuando las centrales nucleares han demostrado que “no sirven” para prevenir un apagón ni para restablecer el servicio.

España sufrió este lunes un apagón energético desde las 12:30 de la mañana en todo el territorio de la península ibérica, quedando fuera de la incidencia los archipiélagos balear y canario, así como las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

Ecologistas en Acción (EA) señala en un comunicado que una gran cantidad de energía renovable en el sistema “no es la causa del apagón” en la península ibérica, y sostiene que son energías que presentan “retos adicionales en la gestión de la red eléctrica”, como la necesidad de almacenamiento.

Apunta asimismo que es necesaria una planificación adecuada en relación a las tecnologías a instalar o establecer tecnologías y medidas adicionales para mantener la frecuencia y la tensión o eliminar la reactancia de la red, y, aseguran que “existen soluciones suficientes para alcanzar una red eléctrica 100 % renovable”.

Según Ecologistas, “las nucleares han sido de las primeras en desconectarse”, y recuerdan que las centrales tardan “bastante tiempo” en poder incrementar o reducir su producción, por lo que señalar la continuidad de las nucleares como medida para enfrentar crisis de este tipo “es falaz, oportunista e interesado”.

La caída a 0 de la red es un “toque de atención”, sostiene, y reclaman una planificación urgente de la red eléctrica.

En la actualidad la liberalización del sector y de Red Eléctrica Española “ha dejado en manos de los beneficios y el mercado la ubicación y dimensionamiento de la producción renovable”.

Sostienen que en lugar de planificar “un mix energético equilibrado” de tecnologías solar, eólica, hidráulica y almacenamiento, se ha dejado a la voluntad de grandes empresas la ubicación de estos proyectos, lo que hace que en determinadas regiones se esté apostando todo a la solar o todo a la eólica, “lo que debilita la capacidad de respuesta ante oscilaciones del suministro eléctrico”.

Plantean apostar por un sistema más descentralizado y más basado en microrredes que podría aportar resiliencia al sistema eléctrico ante este tipo de eventos, acercando la producción a los puntos de consumo, así como que es prioritario apostar por el autoconsumo de renovables que no dependa de la conexión a la red, lo que implica renunciar al transporte de energía, porque “puede ser imprescindible un respaldo externo a estas redes”.

EA asegura que el respaldo al mantenimiento de los combustibles fósiles como medida de seguridad “no es admisible”, porque existen renovables para garantizar la continuidad de los servicios básicos, pero, subraya, es necesario un debate social que determine “los usos prioritarios de la energía” y establezca para garantizar las medidas ante emergencias a medio, corto y largo plazo.

Desde Greenpeace coinciden con el planteamiento de EA y señalan que las renovables son la “mejor herramienta para garantizar una energía segura, rentable y sostenible” para todos, si se complementan con las herramientas adecuadas para que el sistema sea “flexible y resiliente”.

Aseguran que “es urgente” adoptar medidas para adaptar el sistema eléctrico y pasar del viejo sistema basado en combustibles fósiles y nuclear, “a uno totalmente renovable” y sostienen que “no es cierto” que el sistema eléctrico español dependa de la importación de energía de Francia, pues en el momento del apagón España exportaba electricidad a ese país y a Portugal “gracias a la fortaleza de las renovables”.

Recuerdan que hoy se cumplen seis meses desde la dana de 2024 que asoló el sureste peninsular, agravado por el impacto del cambio climático, ante el que las energía renovables, la reducción del consumo y la eficiencia energética “son el mejor seguro de vida”.