Ginebra, 18 mar (EFE).- La ONU dijo este martes que el traslado de población israelí a los territorios palestinos que ocupa constituye un crimen de guerra, tras confirmar que Israel ha acelerado sus planes de construcción de viviendas para colonos en Jerusalén Este, mientras prosigue con la demolición de hogares palestinos tanto en esta área como en Cisjordania.
La Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas hizo público un informe sobre la situación en los territorios ocupados de Cisjordania y Jerusalén Este durante el año que siguió a los ataques de Hamás contra Israel, el 7 de octubre de 2023.
Los elementos reunidos por el organismo de Naciones Unidas dan cuenta de “una expansión significativa de los asentamientos israelíes” en ambos territorios.
A partir de datos de oenegés israelíes el informe indica que solo en Jerusalén Este se han impulsado planes para la construcción de 20.000 viviendas en asentamientos nuevos o existentes, mientras que 214 propiedades palestinas han sido demolidas en la zona.
En Cisjordania “hay en proceso más de 10.300 unidades habitacionales en asentamientos israelíes existentes y se han establecido 49 nuevos asentamientos ilegales”, mientras que la demolición de estructuras palestinas aumentó drásticamente”, señalá el informe.
En detalle, 1.779 edificaciones fueron destruidas debido a la falta de permisos de construcción, que son casi imposibles de obtener para los palestinos, precisó el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk.
La consecuencia fue el desplazamiento forzado de 4.527 personas, lo que representa un aumento del doscientos por cien en comparación con los doce meses anteriores.
Asimismo se denuncia que docenas de carreteras no autorizadas han sido pavimentadas por colonos y el Ejército israelí alrededor de los asentamientos para facilitar su conexión.
En cambio, para los palestinos esto implica obstáculos adicionales a su movilidad y la apropiación de sus tierras.
“Los planes para ampliar los servicios gubernamentales israelíes en los asentamientos institucionalizan patrones de discriminación sistemática, segregación, opresión, dominación, violencia y otras acciones inhumanas contra el pueblo palestino”, señala el documento.
También se enfatiza que la violencia de los colonos se ha visto fortalecida por la acción estatal de Israel al permitir el desplazamiento forzado de familias palestinas y la apropiación de sus tierras.
“La línea entre la violencia de los colonos y la del Estado se ha difuminado hasta desaparecer, lo que ha facilitado el aumento de la violencia e impunidad”, alerta la ONU.
Durante el periodo que cubre el informe, del 1 de noviembre de 2023 al 31 de octubre de 2024, el “clima de venganza” se ha agudizado y esto se ha visto claramente reflejado en el aumento de la violencia en Cisjordania, donde 612 palestinos murieron a manos de las fuerzas de seguridad israelíes o colonos.
En tanto, 24 israelíes fallecieron en ataques o enfrentamientos con palestinos.
