ONU: Más de 52 millones de africanos en riesgo de hambre entre junio y agosto

Foto archivo. Varios niños comen un plato que contienen, entre otros alimentos, judías enriquecidas con hierro que han sido cultivadas en la zona de Musanze, en el norte de Ruanda.. Cuatro de cada diez niños sufre desnutrición crónica en Ruanda, una cifra detrás de la que se esconden graves carencias que en el país africano están intentando remediar en parte cultivando judías enriquecidas con hierro. La alimentación deficiente de las futuras madres pone en riesgo la salud de los hijos. Un retraso en el crecimiento durante sus primeros mil días puede dejarles secuelas de por vida. En Ruanda, el 38 % de los menores de cinco años padecen desnutrición crónica y, aunque el porcentaje ha bajado del 52 % que había en 2005, sigue siendo superior al 34 % de media en África subsahariana. EFE/Belén Delgado

Nairobi, 9 may (EFE).- El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU advirtió este viernes de que más de 52 millones de personas estarán en riesgo de hambre en África occidental y central entre junio y agosto próximos por los conflictos, los desplazamientos, el deterioro económico y los fenómenos meteorológicos extremos.

En un comunicado, el PMA indicó que más de 36 millones de personas tienen actualmente dificultades para satisfacer sus necesidades básicas de alimentación y nutrición en esa zona.

Pero prevé que esa cifra supere los 52 millones durante el “período de carestía” de junio a agosto de 2025, incluyendo a casi tres millones en “situación de emergencia”.

“El conflicto persistente ha obligado a más de 10 millones de personas vulnerables en toda la región, incluyendo 2,4 millones de refugiados y solicitantes de asilo, en Chad, Camerún, Mauritania y Níger. Casi ocho millones más se han visto desplazados internos, principalmente en Nigeria y Camerún”, subrayó la agencia de la ONU.

Asimismo, la inflación alimentaria, agravada por el aumento de los precios de los alimentos y el combustible, está elevando los niveles de hambre a nuevos máximos en Ghana, Guinea-Conakri y Costa de Marfil.

Los precios de los alimentos siguen subiendo también en Nigeria, Chad, Níger y Camerún, lo que coloca los alimentos fuera del alcance de los más vulnerables.

Además, los fenómenos meteorológicos extremos recurrentes, especialmente en el Sahel central, la cuenca del lago Chad y la República Centroafricana, minan la capacidad de las familias para alimentarse.

Sólo en 2024, las inundaciones afectaron a más de seis millones de personas en toda la región, recordó el PMA.

Si bien las necesidades humanitarias han alcanzado un “máximo histórico”, advirtió, faltan los recursos para implementar una respuesta eficaz a gran escala.

“Nos encontramos en un punto de inflexión y millones de vidas están en juego”, aseveró la directora regional del PMA para África Occidental y Central, Margot van der Velden,.

“Sin financiación inmediata, el PMA se verá obligado a reducir aún más el número de personas atendidas y la cantidad de raciones de alimentos distribuidas. Las consecuencias son devastadoras”, añadió la directora.

El PMA necesita urgentemente 710 millones de dólares (unos 630 millones de euros) para continuar la asistencia vital a las personas más vulnerables de la región durante los próximos seis meses (mayo-octubre).

Más allá de la asistencia alimentaria de emergencia, el PMA instó a los gobiernos y socios a invertir en soluciones sostenibles para fomentar la resiliencia y reducir la dependencia a largo plazo de la ayuda. EFE

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