Origami, un arte centenario con aplicaciones en biomedicina, arquitectura y el espacio

El origami o papiroflexia va mucho más allá del avión de papel que construyen los niños cuando se aburren en clase, ya que hoy en día se aplica esta técnica centenaria en campos como la biomedicina, la arquitectura o la investigación aeroespacial, tal y como explica a EFE Estela Moreno, fundadora del estudio creativo Cartoncita (en la imagen).EFE/ Quique García

Barcelona, 31 ago (EFE).- El origami va mucho más allá del avión de papel que construyen los niños cuando se aburren en clase, ya que hoy en día se aplica esta técnica centenaria en campos como la biomedicina, la arquitectura o la investigación aeroespacial, tal y como explica a EFE la fundadora del estudio creativo Cartoncita, Estela Moreno.

Surgido en China, pero exportado al resto del mundo por Japón, el origami es un «arte muy antiguo que se basa en el doblado del papel», que originalmente se usaba como distracción para los niños y como método meditativo entre adultos, cuenta Moreno.

En España se popularizó bajo el término papiroflexia, aunque Miguel de Unamuno, quien era un enamorado de la disciplina al punto de aparecer retratado por Zuloaga y por Solana junto a una pajarita, le dedicó en 1902 un tratado para el que inventó el término ‘cocotología’.

«Es verdad que cuando nos dicen papiroflexia pensamos en el barquito o el avión de papel que hacíamos en el colegio de pequeños, y cuando oímos origami nos imaginamos algo más artístico, más espectacular, pero al final no deja de ser lo mismo», reflexiona al respecto la fundadora de Cartoncita.

Mucho más que un juego de niños

El origami o papiroflexia va mucho más allá del avión de papel que construyen los niños cuando se aburren en clase, ya que hoy en día se aplica esta técnica centenaria en campos como la biomedicina, la arquitectura o la investigación aeroespacial, tal y como explica a EFE Estela Moreno, fundadora del estudio creativo Cartoncita (en la imagen).EFE/ Quique García

Sin embargo, a día de hoy el origami va más allá de «hacer animalitos o reproducir cosas de la naturaleza», ya que han aparecido disciplinas como el kusudama, un «origami modular» o las teselaciones, «un tipo de plegado más complicado».

Este amplio abanico de posibilidades ha hecho que varias disciplinas científicas se fijen en la papiroflexia, dado que «permite que algo grande se puede plegar y volver a hacer grande y que una cosa plana se convierte en algo tridimensional que tiene volumen y movimiento», tal y como subraya Moreno.

«Por ejemplo, en la NASA buscan especialistas de origami porque todos los satélites que envían al espacio están hechos con técnicas de origami que permiten que algo grande se haga pequeño. Cuando lanzamos un cohete para mandar un satélite, es muy pequeño y cuando llega allí, mecánicamente se abre y es un plegado de origami», agrega sobre esto la diseñadora.

Por estas mismas razones también se emplean distintas técnicas de papiroflexia en otras disciplinas como la biomedicina, la arquitectura o incluso en el diseño de moda y de chalecos antibalas.

Origami para Leo Messi, Hermès y Massimo Dutti

El origami o papiroflexia va mucho más allá del avión de papel que construyen los niños cuando se aburren en clase, ya que hoy en día se aplica esta técnica centenaria en campos como la biomedicina, la arquitectura o la investigación aeroespacial, tal y como explica a EFE Estela Moreno, fundadora del estudio creativo Cartoncita (en la imagen).EFE/ Quique García

En cuanto a su recorrido en la industria, Estela Moreno explica a EFE que llegó al origami a través del vestuario de teatro y la escenografía después de abandonar su antiguo trabajo en el mundo de las finanzas.

«En escenografía se creaba todo con maquetas. Al tocar el papel y el cartón descubrí que es un lenguaje natural para mí y que de pronto surgían cosas muy fácilmente y que me sentía muy cómoda», recuerda la artista.

Después de dar con un libro de plegados para arquitectos y diseñadores de Paul Jackson, Moreno comenzó a construir lámparas e impartir cursos «hasta llegar a lo que Cartoncita es hoy en día».

Una de las primeras grandes oportunidades llegó con un evento de la firma de moda Hermès en Barcelona, en la que Moreno se pasó un mes doblando papeles con el logo de la marca estampado, tras lo que llegó un curso de la plataforma Domestika y campañas para Prada, Chanel, Patek Philippe o Vacheron Constantin.

Moreno explica que su oficio consiste principalmente en crear «escaparates y espacios efímeros», aunque también ha incursionado en la publicidad.

«Hicimos un anuncio de Lay’s con Leo Messi en el que plegaba una bolsa de origami y la convertía en una cabra. Con un personaje así siempre hay más revuelo», rememora la diseñadora, que considera que uno de sus grandes proyectos fueron los 50 escaparates que creó para 50 tiendas distintas de Massimo Dutti repartidas por todo el mundo.

Sobre sus futuros proyectos, Moreno no puede desvelar nada al estar ligada con una gran marca a través de un contrato confidencial, pero sí que adelanta que será «algo de origami muy espectacular».

Guillermo Cabellos