Madrid, 12 sep (EFE).- El Teatro Real abre la temporada con una de las obras cumbres de Verdi, ‘Otello’, a partir de la obra de William Shakespeare, donde los celos, el color de la piel y la envidia pervierten un amor que acaba en feminicidio.
Nueve años han pasado desde que el Teatro Real programara por última vez ‘Otello’, la ópera de Verdi con puesta en escena de David Alden que, como este año, también abrió la temporada en 2016, una pieza que se enmarca en uno de los ejes temáticos de la programación del coliseo madrileño, que rinde homenaje a William Shakespeare.
El director artístico del Teatro Real, Joan Matabosch, ha explicado este viernes que la versión de Alden es «enormemente fiel» a la adaptación del texto de Shakespeare, realizada por Verdi y Arrigo Boito, autor del libreto, que se estrenó en Milán en 1887 y en el Real en 1890, donde Verdi reduce a cuatro las diez escenas de Shakespeare.
Una tragedia de amor, violencia y celos de Otello, un general de éxito de la República de Venecia, moro, rudo e inseguro, que no se siente merecedor del amor de Desdemona una joven blanca, bella, refinada y de buena familia.
A pesar del amor que se profesan, el alférez Iago, resentido por no haber sido ascendido, siembra la duda en Otello sobre la fidelidad de su mujer.
«Es una adaptación modélica -continúa Matabosch- un ejemplo de cómo un texto literario se puede convertir en una opera».
Una pieza en la que David Alden y el director musical, Nicola Luisotti han eliminado la controversia sobre el color de la piel del protagonista no tintando la de los tenores que lo representan.
El hecho de que Verdi y Boito eliminaran el primer capítulo de Shakespeare -argumenta Alder- donde se hacía más referencia a ello es determinante para no focalizar la historia en una cuestión racial. «¿Hasta cuando podemos seguir representando esta obra pintando al protagonista?», se pregunta.
El director musical, apunta que se trata más de una cuestión social que racial, y recuerda que ‘Otello’ viene del norte de África y en la historia que se inspiró Shakespeare se le describe de ojos verdes. «No es un problema de color, es de civilizaciones».
A ‘Otello’ la sociedad veneciana le necesita porque es un gran guerrero, gana las batallas y le felicitan por ello, pero después no permiten que se case una de las mujeres más bellas de la aristocracia.
Luisotti pone el acento en feminicidio sobre el escenario. «No mata a Desdemona por motivos raciales, si no porque va con otro hombre. Es un loco que mata para nada, como hoy», indica el director, que, vehemente, recuerda que cada día los periódicos cuentan el caso de una mujer asesinada.
«Otello es el monstruo que tenemos dentro de nosotros, no es de otro tiempo», sobre el escenario lo que cambia -indice- es que está orquestada «con una música maravillosa.
La soprano lituana Asmik Grigorian desvela que ella sabe lo que es ser rechazada por su origen y el color de su piel -muy blanco, pero no lo suficiente para haberse criado en Armenia-.
Grigorian cree que Desdémona está profundamente enamorada; no es una mujer ingenua, «su mayor drama es que muere a manos de quien más ama».
Luisotti asegura que se trata de una ópera magnífica y «después de dirigirla las demás me parecen tontas. No te la puedes quitar de la piel»; añade que solo cinco tenores en el mundo pueden cantarla «y en el Real vamos a tener a tres».
El tenor Brian Jagde se estrena por primera vez en este papel, «el sueño de cualquier tenor», y describe a Otello como el mejor guerrero, siempre sabe qué hacer en el campo de batalla, pero en su vida personal demuestra una fragilidad que le hace dudar de si merece el amor de Desdemona y es ahí cuando se desencadena la tragedia.
Doce funciones, del 19 de septiembre al 6 de octubre, con un elenco triple del que forman parte Brian Jagde, Jorge de León y Angelo Villarei como ‘Otello’ y las sopranos Asmik Grigorian y Maria Agresta, como Desdemona pondrán voz a la penúltima de Verdi, producida por el Teatro Real, en coproducción con la English National Opera de Londres y la Kungliga Operan de Estocolmo.
Las funciones de ‘Otello’ estarán dedicadas a la memoria de Mario Vargas Llosa, fallecido en abril, quien durante dos décadas tuvo un profundo vínculo institucional y personal con el Teatro Real, del que fue Patrono de Honor y Presidente de Honor de su Consejo Asesor.
El Teatro Real celebrará la Semana de la Ópera el 25 de septiembre, instalando una pantalla en la fachada del teatro de la Pza de Isabel en la que se emitirá la función; el 26 ‘La Traviata’ y el 27 ‘María Stuarda’.