Girona, 24 sep (EFE).- El centrocampista marroquí Azzedine Ounahi firmó una impresionante actuación en el empate del Girona de este martes en Bilbao (1-1) para dar motivos de esperanza e ilusión a una afición preocupada por el mal inicio de curso de su equipo.
Ounahi, fichado este verano del Olympique de Marsella, adelantó al cuadro de Míchel Sánchez con un gran gol a los nueve minutos y dejó varias acciones para los resúmenes, como una asistencia a Vladyslav Vanat que no acabó en gol por centímetros.
Después del partido, Míchel reivindicó que el centrocampista marroquí, de 25 años, es un futbolista «diferencial con la pelota al pie, pero también es muy inteligente en el campo y hoy lo ha demostrado».
En el Mundial de 2022 ya sorprendió a Luis Enrique, que después de la eliminación de la selección española a manos de Marruecos en octavos de final dijo: «Me ha sorprendido gratamente el número 8. No recuerdo su nombre, lo siento. ¡Madre mía! ¿De dónde ha salido ese muchacho? Juega muy bien y no ha parado de correr».
Justo después de la Copa del Mundo fichó por el Olympique de Marsella procedente del Angers por ocho millones de euros, pero no encontró continuidad y el curso pasado fue cedido al Panathinaikos. Sumó cinco goles y siete asistencias en 35 partidos.
Este verano fue uno de los grandes objetivos de la secretaría técnica de Quique Cárcel desde las primeras semanas de mercado y al final recaló en Montilivi en los últimos días: el Girona desembolsó alrededor de seis millones y Ounahi firmó hasta 2030.
En su presentación como nuevo jugador rojiblanco, Ouhani dijo que tanto él como el Girona habían «luchado mucho» para lograr el fichaje, porque «es verdad que hubo muchos clubes interesados, pero la decisión ha sido relativamente rápida y fácil».
También admitió que jugar en LaLiga EA Sports era un sueño que tenía desde que era un niño pequeño y avanzó que cuando llegue al 100% físico aportará «mucho» al equipo. Ya ha empezado a hacerlo.
En su debut, hace diez días en el empate contra el Celta en Vigo (1-1), ya dejó razones para ser optimista y en San Mamés se erigió en el líder del equipo de Míchel y protagonizó un partido de matrícula.
El presente del Girona es alarmante, con dos puntos de 18 posibles y 16 goles en contra en seis partidos, pero Montilivi confía que el paso adelante de Bilbao sea un punto de inflexión y que el equipo se levante de la lona y comience a mirar hacia arriba.
